Aquí tenéis un somero repaso al armamento al que tendrá acceso Solid Snake a lo largo de Metal Gear Solid, si bien algunas de estas armas no estarán a su alcance hasta muy avanzada la aventura. Cada una de ellas es ideal para acabar con determinados objetivos.
SOCOM: Extraída del interior de un camión aparcado en el helipuerto, es la primera arma a la que tendrá acceso Snake. Prescinde de ella hasta que consigas el silenciador.
C-4: Imprescindible para echar abajo las paredes descoloridas. Lo cierto es no tiene mucha más utilidad. Sus escandalosas explosiones aseguran la presencia de soldados.
G. CHAAFF: Su función es la de desestabilizar cualquier mecanismo electrónico durante unos segundos, ya sea el ninja, las cámaras de seguridad o incluso Metal Gear Rex.
NIKITA: Imprescindible para desactivar el suelo electrificado, los misiles Nikita son igualmente útiles para acabar de una manera indigna con Sniper Wolf o cualquiera en la lejanía.
STINGER: Son la clave para acabar con el Hind-D de Liquid Snake y sobre todo con el mismísimo Metal Gear Rex. Mantén estos misiles en cantidad siempre que puedas.
FAMAS: Para determinados momentos en que el sigilo deja su paso a la contundencia, el rifle «famas» es la mejor opción. Una ráfaga a la cabeza y el soldado será historia.
GRANADAS: Aunque en ningún otro momento resultan tan útiles que como en el combate contra el tanque M1 Abrams, lo cierto es que siempre son una ayuda.
G. STUN: Si las granadas Chaff dejan K.O. a las máquinas, las Stun hacen lo mismo con todos los humanos que tengan delante. No matan, pero deslumbran durante un breve rato.
MINAS: Para conseguirlas, antes deberás tirarte a tierra y reptar sobre ellas con mucho cuidado. Ideales para enemigos con patrones de movimiento fijos, como los soldados.
PSG-1: El rifle de francotirador es esencial para superar el primer encontronazo con Sniper Wolf. Luego te será muy útil para abatir soldados sin correr peligro de ser visto.