Akuma se transformó, desde su secretismo en Super Street Fighter II Turbo, en uno de los personajes más populares y difíciles de dominar de la saga de peleas de Capcom.
Su historia esta relacionada con Gouken, el maestro de Ryu y Ken, ya que son hermanos que entrenaron bajo las directrices de Goutetsu. Sin embargo Akuma no renegó del carácter violento y las intenciones asesinas de su estilo de pelea, y por esa razón termina distanciándose de su hermano.
Tras asesinar a Goutetsu y ampliar el poder de su estilo de combate (basado en el principio del Satsui no Hadö) Akuma se enfrentaría a Gouken, combate que terminaría perdiendo. Luego, años después, volvería y lo mataría (en un combate presenciado por Ken) o al menos eso pensó.
La búsqueda de oponentes dignos de su fuerza lo llevarían a luchar contra Gen, quién de alguna manera sobrevivió al encuentro, Adon y Ryu, el único personaje que alguna vez estuvo a punto de matarlo.
Sin embargo posteriores encuentros le demostrarían que Ryu, pese a las posibilidades de sucumbir ante el Satsui no Hadö y convertirse en Evil Ryu, rechazó los instintos violentos de su estilo de pelea, una gran decepción para un guerrero como Akuma que piensa solamente en la destrucción del oponente.
Un enfrentamiento mítico en el universo de Street Fighter es el que tuvo con Oro, otro personaje de gran poder, aunque el resultado fue un empate, ya que ambos sintieron el poder masivo que poseían y simplemente decidieron probar sus técnicas.
Es interesante el código del guerrero, ya que Akuma no es, como muchos pensarían, un personaje malvado. No suele ir buscando pelea, sino más bien lucha contra aquellos que lo retan, y las muertes en las que se vio envuelto siempre fueron en medio de una batalla, basado en un código de vida que no distingue entre amigos o enemigos, es por eso que no siente culpa alguna.
En la versión japonesa su nombre es Gouki, pero fue cambiado a Akuma por la gente de CAPCOM USA para acentuar el carácter demoníaco (Akuma en japonés significa demonio).