Para algunos, uno de los peores Final Fantasy, para otros, una obra maestra que se sumó a la larga lista que supone cada capítulo de esta saga de Square Enix. Un título que puso a tres hermosas chicas como protagonistas de la aventura, colocando a la mujer en una posición dominante que nunca antes se vio en la serie. Sin embargo, más allá de esto, otro significativo cambio en la presentación del juego estuvo dado por su estilo de ataque, lo cual me pareció de lo más errado, no sólo porque era confuso, sino también poco práctico. Como de costumbre, los gráficos en Final Fantasy X-2 eran impresionantes, atrapándonos desde el primer segundo con una escena de música e invasión único. Mundos gigantescos, cientos de enemigos y jefes, y puzzles complejos. Difícil, muy difícil, y también extenso, como todo Final Fantasy. Sin embargo, los cambios en los controles y la falta de un personaje masculino, por mínimo que sea su participación en el equipo de combate, simplemente para dar más variedad, frustraron a los seguidores más tradicionales de la saga, y es que además las conversaciones de los protagonistas lo hacían ver como un «juego para chicas» 🙂
Recordemos el vibrante inicio de Final Fantasy X-2