En Guiamania seguimos analizando a las chicas más emblemáticas del mundo de los videojuegos, y en esta oportunidad nos detenemos en Morrigan Aensland, una de las guerreras más populares de la saga Darkstalkers, de Capcom.
Se trata de una hermosa súcubo, con pelo verde y largo, grandes pechos y unas aterradoras alas negras de murciélago a la altura de la espalda y en la frente. Utilizando su poder mágico cambia la forma de sus alas para transformarlas en picas, lanzas y otros extremos cortantes y punzantes que utiliza cuando los oponentes se acercan demasiado.
Pese a su apariencia diabólica, Morrigan no ocupa el rol de villana en la serie Darkstalkers, y dado que ha hecho acto de presencia en casi todas las entregas, se puede decir que cumple a la perfección el rol de anti héroe, en contraposición al héroe establecido que es Demitri.
A poco de nacer, Morrigan se presento como uno de los seres más poderosos de Makai (según la información suministrada en esos libros tan completos con detalles y datos que tanto gustan a los japoneses, Morrigan es un demonio clase “S”). Por esa razón su padre adoptivo, Belial Aensland, selló una tercera parte de su poder en una dimensión paralela (que luego crecería hasta transformarse en Lilith) y otra tercera parte en su propio cuerpo, para que al morir Belial regresará a Morrigan dotándola de mayor fuerza.
En su aburrimiento, Morrigan visitaba continuamente el mundo de los humanos, y en uno de sus viajes se encontrará con el demonio de fuego, Pyron, y luego se encontrará con la triste noticia de que su padre a muerto, legándole el castillo Aensland y el dominio sobre Makai, pero nuestra heroína prefiere la aventura y sigue escapando a sus responsabilidades y paseando por el mundo humano.
Capcom ha sabido explorar distintos géneros, y con la saga Darkstalkers la pelea y los vampiros se dan la mano con resultados realmente sorprendentes. Ataques especiales, mujeres hermosas y mucha acción para los amantes del combate.