Volvemos a analizar un personaje de la saga Metal Gear, un villano que supo despertar simpatías y sorprender, por lo menos a quién escribe, al leer la Memory Card y decirme que juegos había estado jugando (luego me enteré que eran todos de Konami, la misma compañía, que buen truco). Me refiero a Psycho Mantis, uno de los rebeldes la unidad especial FOXHOUND que se vería envuelto en el incidente de la isla Shadow Moses durante el Metal Gear Solid.
Sus poderes se manifestaron por primera vez cuando era pequeño, al leer la mente de su padre, y accidentalmente (por el miedo que tuvo al descubrir que su padre lo odiaba y lo quería ver muerto) quemo toda la aldea e inclusive gran parte de su propio cuerpo, matando de paso a todos los aldeanos.
La KGB se llevo a Psycho Mantis y comenzó a estudiar y entrenar con sus poderes telequinéticos, por lo cuál se transformó en una de las armas más importantes del gobierno soviético.
Luego sería reclutado por el FBI para trabajar en la resolución de casos complejos, y en una de sus investigaciones terminaría metiéndose dentro de la mente de asesino sicótico y adoptando muchas de sus actitudes, a partir de ese momento comenzaría a trabajar por su cuenta y a desarrollar tendencias violentas y peligrosas.
Utiliza una máscara de gas, en parte para cubrir su rostro desfigurado por las llamas, pero también para filtrar los pensamientos de la gente, que de otra manera entrarían en cualquier momento perturbando su paz.
Su última aparición en Metal Gear Solid nos da a pensar que aún quedan atisbos de humanidad en su interior, cuando decide usar sus poderes para ayudar a Snake a atravesar la puerta secreta y continuar hacia donde esta Metal Gear REX, pero luego aparecería de manera sorpresiva en Metal Gear Solid 4 y allí vuelve a mostrarse como un villano. Pero los fanáticos de la saga hemos aprendido a quererlo. Un personaje macabro y peligroso, pero excelente.