Nos vamos a los primeros meses del siglo XXI. Square nos había enamorado a todos con los tres grandes Final Fantasy de PlayStation One, era nuestra empresa de juegos favorita. Las cotas de calidad que alcanzaba en esa época eran una barbaridad, convirtiendo cada juego en una verdadera obra de arte.
Y estábamos deseosos de volver a disfrutar del mejor RPG, ahora con una potencia gráfica mucho mayor, la de la PlayStation 2, una máquina que empezaba a hacer historia. Así, se lanzó Final Fantasy X el 19 de junio de 2001, y resultó ser una nueva maravilla.
Es cierto, que a algunos no les gustó tanto. Desapareció un elemento clásico de los Final Fantasy anteriores: la posibilidad de recorrer el mapeado por completo. En Final Fantasy X, se debía elegir el lugar al que uno quería ir desde el menú del avión que trasladaba al grupo, y eso hacía disminuir las posibilidades del juego en cierta medida, eliminaba la sensación de libertad plena que teníamos en aventuras previas. Pero en cualquier otro aspecto, Final Fantasy X seguía siendo un RPG genial. Quizás el último RPG genial de la saga.
La banda sonora es fantástica, una de las mejores de la franquicia. El modo de combate también estaba muy bien, porque mientras mantenía el formato clásico de luchas por turnos, permitía cambiar los componentes del equipo en plena batalla, pudiendo así montar una estrategia mejor. Si bien los luchadores tienen una profesión definida por su carácter, estos mejoran sus estadísticas y habilidades mediante un tablero interconectado, de manera que todos pueden aprender todas las habilidades (menos las invocaciones, que son cosa tan solo de Yuna, y que ademas pelean en tiempo real, sustituyendo al equipo de héroes durante un rato).
La historia que se nos cuenta en el juego también es buena, la invocadora Yuna debe llegar a Zanarkand y dar la vida para salvar a Spira de la criatura Sin. A su grupo se une Tidus, un jugador de blitzball de otro tiempo, con el que tiene un bonito y emocionante romance.
Final Fantasy X también es el primer Final Fantasy en tener una secuela. Un par de años después de su lanzamiento, se lanzó una segunda parte protagonizada por Yuna y otras dos chicas, un juego más ligerito, con luchas más dinámicas, y con un sistema de profesiones basado en trajes.
Ahora, para salvar la dañada economía de Square por el fracaso de sus últimos proyectos, Final Fantasy X, y su secuela, Final Fantasy X-2, llegan a PlayStation 3 y PlayStation Vita, remasterizados en HD. Y muy bien remasterizados, tienen mejor pinta que nunca, lo cual, sumado a que los años no pesan en absoluto a su jugabilidad ni a su historia, son proporciona uno de los mejores videojuegos del catálogo de ambas máquinas.
Será genial para los nostálgicos, que quieran recordar uno de sus juegos favoritos, pero también para los que se acercan a la aventura de Tidus, Yuna, Waka y compañía por primera vez. Estos, encontrarán una aventura del rol japonés como las que ya no se hacen, porque solo Square las hacía así, y esperamos que vuelva a hacerlo.
Las versiones de PlayStation 3 y Vita son prácticamente idénticas, así que no os preocupéis, podeis jugarlos igualmente en una máquina u otra. Además, finalmente en la portátil se venden los dos juegos también en pack, y no por separado, como se venía diciendo.
