Trucos en breve.
Analisis
Hironobu Sakaguchi pasará a la historia por ser uno de los fundadores de Square y el creador de la franquicia de RPGs más importante de la industria, Final Fantasy. Pero no es esto lo único que tiene que aportar este hombre al mundo de los videojuegos.
Tras dirigir la fallida película Final Fantasy: The Spirits Within, Sakaguchi abandonó Square y acabó fundando su propio estudio, Mistwalker, al mando del cual, inaugura una nueva saga de rol: The Last Story. ¿Estará “La Última Historia” a la altura de “La Fantasía Final”?
Considerado como uno de los “últimos grandes juegos de Wii”, durante mucho tiempo se dudó sobre si su lanzamiento se produciría en occidente. Finalmente lo tenemos, con sus miles de líneas de diálogo traducidas al castellano, requisito casi imprescindible para un RPG como este. Este género, el de los RPGs japoneses, ha sufrido un pequeño declive durante los últimos años, veamos si The Last Story es uno de esos títulos que hacen que los fans de este tipo de juegos no pierdan la esperanza.
Al jugar a The Last Story, lo primero que uno nota es que no es un RPG tradicional. Sakaguchi es uno de los grandes artífices del género, podría haber seguido las reglas que el mismo impulsó para los RPGs y haberse quedado tan pancho. Pero no, 24 años después de crear Final Fantasy, Hironobu Sakaguchi aun tiene ideas originales para entretenernos.
The Last Story tiene precisamente lo que el género necesita y lo que ninguna productora japonesa ha logrado producir últimamente: frescura. La jugabilidad es genial y los combates en tiempo real son extremadamente entretenidos. Quizás el modo de batalla sea difícil de entender cuando se empieza a jugar, pero se aprende una vez llevadas a cabo varias batallas.
El sistema de coberturas, al más puro estilo Gears of Wars, permite a los personajes esconderse, esquivar ataques o planear estrategias. Al comenzar un combate, el juego muestra una vista panorámica del escenario, permitiendo a los jugadores planear sus movimientos. También se permite tener una perspectiva en primera persona, y disparar, interactuar con los escenarios y utilizar poderes mágicos. El jugador solo controla a un personaje durante la lucha, Zael, pero puede dar órdenes a sus compañeros.
A pesar de ser combates en tiempo real, la estrategia y la inteligencia son parte importante de la batalla. Cada combate puede ser muy distinto a los demás, dependiendo de las posiciones de los personajes y de los elementos que se encuentren por el campo de batalla (armas o lugares tras los que esconderse).
La historia es apasionante. Enmarcada en un mundo medieval, como en los juegos clásicos del género, la aventura se desarrolla durante capítulos. Pero lo interesante es que, en lugar de secuencias cinemáticas y un comienzo en el que se explica un contexto político y social, se van mostrando flashbacks, como si en la serie Lost nos encontráramos, que nos ayudan a empatizar con los protagonistas.
El aspecto gráfico del juego es bastante bueno, quizás de lo mejorcito que hay en Wii, aunque se le puede reprochar la lentitud con la que carga algunas partes de los escenarios. Las voces de los personajes están en inglés, como era de suponer. La banda sonora es obra del gran Nobuo Uematsu, el genio creador de las grandes sinfonías de Final Fantasy y que tantas veces ha trabajado junto a Sakaguchi. En esta ocasión, sin existir ninguna sintonía que pueda considerarse una obra maestra, la música se adapta de forma perfecta a cada situación que acontece durante la aventura.
Cualquier fan de los RPGs va a disfrutar de The Last Story, y también lo harán muchos jugadores que no conozcan demasiado este género. La idea de lanzar el juego en exclusiva para Wii puede ser buena de cara al público japonés, pero en occidente es discutible: el público hardcore se concentra en sistemas como PS3 y Xbox 360. En concreto, la mayoría de los fans de los juegos de rol japoneses son usuarios de PlayStation 3. Sería este, por tanto, un sistema mucho más recomendable para The Last Story.