Hace ya algunas semanas recuerdo haber publicado en este mismo sitio una noticia en la que indicábamos que desde Nintendo iban a empezar a apuntar fuerte contra la piratería. Pues bien, para emprender este nuevo ataque, la gente de la compañía antes mencionada ha decidido unirse a otra empresa de renombre, como es Capcom. Pero tampoco serán las únicas, ya que hay que sumarles a 53 desarrolladores de videojuegos. Ambas firmas y esta cincuentena de directivos han presentado una demanda contra cuatro comerciantes que vendían la tarjeta flash R4 para la portátil DS.
Claro, teniendo en cuenta que ese módulo de memoria posibilita la carga de versiones truchas, las compañías apuntan a que salga al menos una medida cautelar que prohíba esa práctica en los negocios de entretenimiento electrónico. Para ello, se basan en la Ley de Competencia Desleal, la cual tiene vigencia en Japón desde el corriente año. Cabe recordar que a principios de 2009, tanto desde la empresa de Kioto como desde Capcom se había solicitado un recurso en la corte de Tokyo.
En tanto, desde Nintendo han informado que su compañía, al igual que otras desarrolladoras de software, sufrieron daños a causa de la comercialización de esa tecnología ilícita. En ese sentido también informaron que más de una vez han advertido a los usuarios sobre su uso, pero éstos no les respondieron como ellos esperaban y es justamente por eso que decidieron recurrir a la Justicia.