Un plomero con una habilidad insuperable para saltar y un deseo irrefrenable de salvar a los habitantes del mundo de los hongos, combatiendo incansablemente contra diferentes enemigos, entre los que destaca su archirival, Bowser.
Los orígenes de Mario datan de 1981, cuando su personaje debe salvar a una princesa prototípica en el juego Donkey Kong de salones arcade. Pero luego se le dio un tratamiento mucho más cuidado a su historia, y se creo el universo de uno de los personajes más famosos de los videojuegos.
De su serie han salido decenas de personajes memorables del universo de Nintendo, como la princesa Peach, o Wario (un imitador avaro, ambicioso y ruín), Luigi (el hermano del fontanero) o la curiosa mascota Yoshi.
Sus aventuras lo han llevado a protagonizar toda suerte de títulos, desde puzzles (Wrecking Crew), juegos de rol (Paper Mario) y las plataformas que lo vieron crecer (Super Mario 64, Super Mario World).
Durante su juventud, Mario era bastante travieso, llegando a enfurecer con sus bromas a todo tipo de villanos, que luego se desquitaban raptando gente o causando estragos en los alrededores, pero de grande su lado más heroico salio a la luz.
Siempre se preocupa por el bienestar del reino de los hongos, y es de los primeros en salir a combatir contra Bowser y sus secuaces, los temibles pero tiernos miembros de la raza Koopa.
Mezcla de humor sano y elementos muy bizarros, como las cañerías que le permiten transportarse de un lugar a otro, Mario supo sentar las bases de los juegos de plataformas, con decenas de habilidades especiales, dificultad en los saltos, escenarios ricos en detalles y múltiples enemigos.
Con el salto a las tres dimensiones Mario volvió a demostrar su capacidad para crear juegos adictivos, y el reciente Super Mario Galaxy fue elegido como uno de los mejores juegos del año, debido a su importante aporte a la reestructuración del género para aprovechar las mejoras gráficas y técnicas de las consolas.