Análisis de Indiana Jones and the Staff of Kings

La llegada de Indiana Jones a la nueva generación de consolas ha dado muy buenos resultados, gracias al éxito de las mecánicas de la saga Lego. Pero la gente de LucasArts ya venía trabajando en un juego más “serio” sobre el arqueólogo y finalmente, con el trabajo de los grupos desarrolladores de A2M (Wii, PS2 y DS) y Amaze Entertainment (PSP), Indiana Jones and the Staff of Kings llega para darnos una buena dosis de acción y aventura en tercera persona.

Las diferentes versiones del juego tendrán algunos elementos exclusivos, como el principio del título en PSP que se situará unos cuantos años antes, con Indiana Jones de joven explorando las ruinas mayas con un personaje que luego se convertirá en su Némesis.

indiana_jones_and_the_sceptre_of_kings-656025La versión de Nintendo DS, por su parte, contará con un nivel totalmente exclusivo de exploración por las catacumbas de la ciudad de París. Aunque lo más destacado es el extra, desbloqueable en la versión de Wii, que permite jugar a la aventura gráfica más importante de Indiana Jones en PC, Fate of Atlantis. Aprovechando las capacidades del Wiimoto, esta aventura de “apuntar y señalar” podrá disfrutarse de manera totalmente intuitiva tras ganar el nuevo periplo de Indiana Jones.

En cuanto a la jugabilidad en general, Indiana Jones and the Staff of Kings presenta escenarios con gran nivel de interactividad, permitiéndonos contar con diferentes elementos para utilizar en batalla, además de poder utilizar nuestro famoso látigo para causar destrozos a diestra y siniestra.

Un elemento que no faltará en Staff of Kings, y que hoy día puede verse en casi cualquier título de acción en tercera persona, es el Quick Time Event, las secuencias en las que nos vemos obligados a presionar diferentes combinaciones botoneras para salir airosos en escenas cinemáticas que crean ilusión de interactividad.

Con buenas dosis de aventura, puzzles y exploración, Indiana Jones and the Staff of Kings es un gran título que rescata lo mejor del personaje para ponerlo al servicio de la diversión dinámica y constante.







 

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