Final Fantasy VII: Crisis Core o como seguir robando con un clásico.
Y es que no existe otra manera de ver las cosas. Square Enix ha desarrollado mil y un formas para continuar expandiendo el universo de uno de los juegos más revolucionarios de la industria, allá lejos y hace tiempo cuando la Play Station era la novedad.
Tras una película que agregaba poco y nada, salvo unos gráficos por computadora impresionantes, titulada Final Fantasy VII: Advent Children, un juego para celular que ahondaba en los personajes del grupo de operaciones Turks (Before Crisis) y dos entregas de un shooter en tercera persona con Vincent Valentine como personaje principal que dejaban un mal gusto (Dirge of Cerberus), el RPG más popular de la saga en Occidente solo tenía dos caminos: o una remake completa o un juego que valiera el título, por una vez.
Y para lograrlo la gente de Square Enix reunió a varios de sus principales artistas; Nomura en el diseño, Ishimoto en la composición musical y Hajime Tabata en la dirección, para crear una entrega que realmente valiera la pena y, encima, tamaño bolsillo para poder jugarla en nuestras PSP.
Y Final Fantasy VII: Crisis Core lo vale. Si bien se remontaron al pasado para mostrarnos la vida de los personajes previamente a los sucesos de Final Fantasy VII, Crisis Core consigue capturar la magia narrativa, la dinámica de juego y los personajes carismáticos y traernos una historia que, pese a conocer el fatídico final, nos deja un buen sabor de boca.
El personaje principal que utilizaremos, si pese a ser un Final Fantasy solo controlamos a un personaje, es Zack Fair, el muchacho de pelo negro y puntiagudo que fuera novio de Aeris y compañero de Cloud Strife. En Crisis Core podremos ver como va subiendo escalones en la agrupación Soldado y su transformación de un joven impetuoso en el honorable guerrero cuya imagen nos viene a la mente a aquellos que rememoramos las últimas horas del Final Fantasy VII.
Otros personajes importantes para la historia que no podían faltar son el héroe de guerra Sephirot, malo más malo falta conocer, el profesor Hojo de Shinra, Aeris, Cloud, Tifa y algunos secundarios que seguramente recordarán los iniciados en el universo de Final Fantasy VII.
El modo de juego es bastante diferente al de los RPGs tradicionales, ya que las peleas nos permitirán movernos constantemente alrededor de nuestros oponentes y escoger opciones entre una lista de menús, como en Final Fantasy XII. Lo interesante es un sistema nuevo conocido como Digital Mind Wave que es una especie de tragamonedas que activa ciertos ataques especiales y atributos cuando se detiene en determinadas caras de personajes del juego.
La materia, una cuestión importante tanto en el apartado del equipamiento como en la historia, regresa de una manera mucho más personalizable para incrementar las técnicas y habilidades de Zack.
En materia gráfica, Crisis Core consigue forzar al máximo las capacidades de la Play Station Portátil y deja entrever un complicado trabajo que se refleja en efectos de luces impresionantes, fluidez en las animaciones y colores vibrantes. Una muy buena muestra de la capacidad técnica de la portátil de Sony.
Crisis Core es, de momento, el objeto titulado Final Fantasy VII que más adecuadamente responde a la necesidad de los fanáticos.
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