Durante la década de los 90, proliferaron los videojuegos de lucha. Street Fighter 2 fue la bomba, encantó a todos los jugadores, empezando en las máquinas arcade, y llegando, después, a las consolas de 16 bits. Y al clásico de Capcom le siguieron títulos de gran calidad, como The King of Fighter, Mortal Kombat o Killer Instinct.
Este último, fue una exclusiva de Super Nintendo, obra de Rare, el estudio que había creado la fantástica saga Donkey Kong Country. En esa época, Sega proclamaba que su Mega Drive era una consola mucho más adulta que la Super NES, así que resultó una gran sorpresa una producción de acción como esta por parte de Nintendo.
Pero la relación entre Nintendo y Rare a principios de la década siguiente, pasando el estudio a formar parte de Microsoft, lo que a posteriori implicaría su caída en el olvido, puesto que los de Redmon lo utilizarían, generalmente, para hacer tonterías sin valor.
No volvimos a saber nada de la saga Killer Instinct, que era propiedad de Rare y no de Nintendo. Microsoft no tenía interés en ella y, de hecho, parece que nadie tuvo interés en el género de la lucha durante un buen puñado de años. Eso fue así hasta que, en 2009, de nuevo Capcom, se hizo rica reviviendo su saga Street Fighter. Una vez más, Ryu, Chun Li y compañía le dieron un empuje al género que la competencia aprovecharía sin vacilar.
En 2012, sonó el rumor de que Microsoft abandonaba la licencia Killer Instinct, que no renovaba sus derechos sobre ella. Quizás se trató de un sondeo encubierto, porque las protestas de los usuarios sonaron por todo el Internet, demostrando que había bastante interés en una secuela del clásico. Esto, sumado a que Sony creó su propia franquicia de lucha, la malograda PlayStation All-Star Battle Royale, decantó la decisión de lanzar un nuevo Killer Instinct, en exclusiva para la nueva consola de Microsoft, Xbox One.
Pero Microsoft confía tan poco en Killer Instinct que no lo va a poner a la venta en tiendas, lo puedes descargar gratis en Xbox Live, ya que funciona bajo el formato free-to-play. Eso sí, aunque empieza siendo gratis, para jugar a lo que llamaríamos un juego completo, vas a tener que pagar, majo. Porque, por ahora, Killer Instinct se queda cortito en cuanto a personajes jugables, modos de juego y escenarios, pero ese problema se irá arreglando… A punta de talonario, claro está.
Por lo demás, hay que señalar que el Killer Instinct de Xbox One no ha sido desarrollado por Rare, sino que se ha dejado este trabajo en manos de Double Helix, un estudio cuyo mejor trabajo hasta el momento era Silent Hill Homecoming, o sea, que no daba muy buena espina. Pero, finalmente, ha hecho un trabajo bastante bueno con el juego de lucha de Microsoft, o al menos muy respetuoso. Puede convertirse, Double Helix, en un gran resucitador de clásicos, pues Capcom le ha encargado también desarrollar la nueva versión de Strider.
Como decimos, Killer Instinct es un juego cortito, pero que mantiene toda la esencia del original: combates en 2D, con fondo plano, y con una velocidad de movimientos y una complejidad en el manejo que lo convierten en un reto para el jugador. A veces hay que esforzarse un poco, hijo, y para ello el juego de Xbox One trae un modo Dojo formado por 32 pruebas en el que puedes aprender mucho.
Nada de aporrear botones como ocurre en un Marvel vs Capcom, Killer Instinct es exigente y bastante salvaje, genial para los amantes de la lucha, esos que disfrutan cada combate y se aprenden todos los movimientos de sus personajes favoritos. ¡Una raza de gamers en extinción!
Porque, de hecho, convertirse en maestros y poner sus habilidades en liza a través del modo online será el principal atractivo para los jugadores, dado que el juego solo incluye modos “partida rápida”, “enfrentamiento” y “online”, además del Dojo mencionado.
Así, Killer Instinct de Xbox One pierde bastante peso con respecto a otros títulos del género. Probablemente, cuando te gastes unos cuantos pavos en los DLCs que se publiquen, el juego se hará mucho más completo. Por ahora, tienes la oportunidad de disputar frenéticos combates a 60 frames por segundo totalmente gratis, si tienes una Xbox One, claro.