Revan es el personaje principal de uno de los RPGs de acción más populares de PC en los últimos años, el aclamado Star Wars: Knights of the Old Republic, de la compañía Bioware.
Es uno de los poderosos señores oscuros, líderes de los Sith, y su aprendiz es el malo del juego, el enigmático Darth Malak. A poco de comenzar el juego Revan desaparece, y su aprendiz toma su lugar, comenzando una serie de ataques contra la Orden de los Caballeros Jedi y expandiendo el dominio Sith a todos los rincones de la galaxia.
Sin embargo el destino de Revan es bastante diferente a la simple muerte, descubriremos, a lo largo de nuestra aventura, que durante un ataque a la nave principal comandada por Revan, las fuerzas especiales Jedi, comandadas por Bastila Shan, consiguieron acorralar al señor oscuro, pero en vez de matarlo utilizaron su mente dañada para reprogramarlo como un soldado fiel a la República.
A lo largo de nuestro viaje, donde iremos buscando los trozos del Mapa de las Estrellas para detener la producción de la Estrella de la Muerte, escenas del pasado de Revan y de la extraña relación que se ha formado con Bastila irán apareciendo, conformando así uno de los ejes principales de la aventura, el destino final de Darth Revan y su decisión una vez que recupere la memoria: ¿quedarse con el lado oscuro o aceptar su transformación en paladín de la justicia?
Si bien para algunos las revelaciones finales del título no fueron tan sorpresivas, sino más bien un cliché argumental para atraer a los jugadores, la trama y el personaje están bien trabajados.
El pasado de la saga encaja de manera muy correcta y nos ofrece una genial aventura donde la amnesia, el poder de la fuerza y los diversos personajes secundarios se unen para terminar de redondear una aventura excelente, llena de acción y lugares por explorar.
Revan es un claro ejemplo de redención, quizás no por el mejor camino, pero sus propias reflexiones lo llevan (en el final “bueno”) a escoger el bando Jedi y luchar contra su antiguo pupilo, Darth Malak.