Lejos de las heroínas de los videojuegos, hoy nos acercamos a un personaje malvado, extraño, misterioso y recurrente, Jacqueline Natla, de la saga Tomb Raider.
Miembro de la raza de los “atlantes”, Natla actualmente dirige una de las compañías de electrónica más poderosas del mundo, mientras que persigue objetivos secretos ligados a su misterioso pasado.
Cuando la civilización humanoide de los atlantes llego a la Tierra, instalaron una base secreta que les sirvió para analizar a los humanos y cubrieron gran parte del globo, desde América hasta Australia.
La ciudad estaba regida por un triunvirato compuesto por Natla y sus dos hermanos, Tihocan y Qualopec, y con el poder de un dispositivo llamado Atlantean Scion los “atlantes” prosperaban. Sin embargo, en algún momento la ambición de Natla llevo a la destrucción de la paz y la armonía. Lanzo un ataque contra sus hermanos, dejando paralítico a Qualopec, pero fue detenida y puesta bajo custodia por toda la eternidad.
A mediados del siglo 20 una explosión le permitió escapar de su encierro, y comenzó a utilizar sus poderes para disfrazarse y hacerse una carrera como mujer de negocios, además cuenta con el don de la inmortalidad, aunque se muestra debilitada y sufre dolor, por lo cuál existen posibilidades de cierto límite a esta habilidad.
La reinterpretación que se hizo en Tomb Raider Anniversary (sobre Tomb Raider 1), nos muestra a Natla como un personaje demoníaco, más inspirado en los ritos satánicos que en la ciencia ficción del primer título.
De todas maneras, se mantiene su lucha contra Lara Croft y sus intentos de destruir la Tierra, y convertirse nuevamente en la regente de Atlantis.
Su forma demoníaca ha ido variando con las entregas, pero se caracteriza por sus alas (similares a las de una gárgola) y sus increíbles poderse mágicos.