Todo lo relacionado con el presidente Barack Obama parece ser una gran noticia de interés mundial, por ejemplo, los cereales que come o las moscas que mata con la mano. No temáis, esto está directamente relacionado con el asunto que nos ocupa, los videojuegos. En un reciente discurso, el presidente de los Estados Unidos de América ha pedido a los padres que no sólo deben vigilar que sus hijos trabajen y se esfuercen en la escuela mientras ellos trabajan, sino que además el esfuerzo de la educación continúa en casa. Lo cual implica controlar el tiempo de juego de los niños con la X-Box, ayudarles con los deberes, acudir a las reuniones escolares y acostarles a una hora razonable.
Ciertamente resulta loable que un político no sólo no discrimine, criminalice ni nada por el estilo a los videojuegos, sino que además los considere como lo que son, una parte del ocio de los jóvenes y no tan jóvenes. De esta manera puede actuar en consecuencia, desde el conocimiento, no desde la ineptitud de muchos otros que han dicho barbaridades. Está muy bien que una persona de tanto poder hable de la educación de los hijos y de los videojuegos de esa manera, no hay ningún problema, mientras no se abuse de ellos, como es perfectamente lógico. Parece ser que, a pesar de tanto inculto que hay suelto por el mundo en esta materia, hay gente que no se toma las cosas a la tremenda y habla de una manera razonable.
Microsoft ha aprovechado las declaraciones del presidente para apoyarlas y hacer un poco de autobombo. De esta manera, ha comentado que están completamente de acuerdo con Obama en el sentido de que las familias deben colaborar para que los niños utilicen X-Box de una manera segura, saludable y equilibrada. Afirman que su consola es la única que permite a los padres establecer un control de las horas de juego y un control sobre el contenido al que acceden sus hijos.
Parece ser que desde la moderación todos podemos llegar a un acuerdo.