Hoy hablaremos de otro personaje más que reconocido en el mundo de los videojuegos, con una historia extensa que data de comienzos de 1991, Sonic the Hedgehog es la mascota de Sega, y ha participado en más de 30 títulos a lo largo de su carrera.
El personaje mezcla una concepción de tipo fantástica con los rasgos típicos del anime japonés, así tenemos un erizo azul antropomórfico (con un cuerpo que se parece al de los humanos), con la capacidad de moverse a la velocidad del sonido y siempre en busca de aventuras que lo lleven alrededor del mundo.
En el vasto universo que han creado alrededor de la figura de Sonic, existen varias profecías de los echidnas (ancestros de Knuckles) que involucran a nuestro azulado héroe como el responsable de salvar el futuro de la humanidad, de todas maneras, con sus actitudes típicas de muchacho (¿?) de 16 años, Sonic solo disfruta de las aventuras y busca salvar a sus amigos cuando se desatan conflictos con el malvado más recurrente de la serie: Ivo Robotnik.
La trama de los primeros títulos también le daba protagonismo a las Esmeraldas del Caos, que servirían como fuente de poder al malvado ejército de robots de Robotnik pero también poseen la capacidad de transformar a Sonic en Súper Sonic.
Después de un primer éxito como fue Sonic the Hedgehog (1991, Mega Drive), llegan Sonic the Hedgehog 2 (donde se introduce al personaje de Tails), Sonic the Hedgehog 3 y Sonic & Knuckles (aquí aparecen el personaje de Knuckles el echidna y la Esmeralda Maestro).
Velocidad, plataformas y heroísmo, repleto de alusiones a profecías míticas y las subsecuentes transformaciones, transforman a las primeras aventuras de la saga de Sonic en un verdadero deleite para los fanáticos. No solo se trataba de juegos técnicamente muy correctos, sino que los personajes y la historia complementaban una suerte de trama “animesca” donde no faltarían las transformaciones y los combates a muerte contra todo tipo de criaturas, robóticas o no.