Suelen darse con frecuencia discusiones entre grandes (no tan grandes) y chicos (no tan chicos) en torno a si los videojuegos pueden ser beneficiosos o perjudiciales para quien los utiliza. Pues bien, en el transcurso de las últimas horas ha salido a la luz un informe que justamente toca este tema. El mismo fue realizado por el Comité de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo, y en él también se hace alusión a la diferenciación de las edades que se recomiendan para echarle mano a los videojuegos.
Para un legislador de origen holandés, Toine Manders, que ha sido quien encabezó este estudio, la gran mayoría de los videojuegos no representan ningún peligro en la mayoría de los casos. En tanto a eso agrega que son capaces de ayudar al desarrollo de ciertas capacidades de importancia dentro del ser humano. Con relación a esso último, los resultados dejan entrever que los juegos estimulan tanto a la reflexión como al aprendizaje, además de servir para la cooperación o la creatividad.
Por otra parte el informe solicita a los 27 países que componen la Unión Europea a que se adapten al denominado código de autorregulación PEGI. Por último, esta investigación indica que muchos de los videojuegos están dedicados a un público ya adulto. De hecho en el Viejo Continente la edad media de los gamers se ubica en los 33 años.