Esta semana se cumplen 25 años, un cuarto de siglo, de la fundación de uno de los estudios más importantes de la industria de los videojuegos en la actualidad: Naughty Dog. En el año 1986, Andy Gavin y Jason Rubin fundaron la empresa, que en primera instancia se llamó Jam Software.
En 1989 Jam Software se convirtió en Naughty Dog, nombre que mantiene hasta ahora. En los primeros años de existencia del estudio, este creó una serie de videojuegos, la mayoría de ellos para ordenadores Apple. En 1991 colaboró con Electronic Arts para realizar su primer videojuego para consola: el RPG Rings of Power de Mega Drive.
Con la llegada de la gama de consolas PlayStation, Naughty Dog se convirtió en una empresa de verdadera importancia en la industria. Rubin y Garvin consiguieron venderle a Sony el juego Crash Bandicoot, que resultó un éxito comercial importante. Los tres capítulos lanzados para PlayStation protagonizados por el marsupial superaron las 5 millones de copias vendidas, introduciéndose todos en el top-15 de los títulos más vendidos en la historia de la consola gris de Sony.
Vivendi Games compró los derechos de la saga Crash Bandicoot, lo que a la postre significaría el ocaso de la serie. Pero en Naughty Dog no faltaba talento para crear cosas nuevas. En 2001 el estudio fue comprado por Sony, y se sacó de la manga una nueva trilogía, en esta ocasión para PlayStation 2: Jack and Dexter.
Y el éxito de Naughty Dog no ha hecho más que aumentar. La tercera consola de sobremesa de Sony supondría también la tercera gran saga y gran trilogía de la empresa californiana: Uncharted.
No contento con las cuotas de excelencia conseguidas con Uncharted, desde hace unos días sabemos que Naughty Dog se ha embarcado en un nuevo y ambicioso proyecto: The Last of Us, un juego con ambientación post-apocalítptica que continúa con la evolución de un estudio que, por lo visto, es capaz de crear cualquier cosa.