Las notas siempre han sido objeto de polémica en el mundo de los videojuegos (y en otros muchos). Los lectores de las diversas publicaciones esperan ansiosos el análisis del bombazo de turno sólo para ver la codiciada cifra. “¿Se habrá llevado el 10 que se merece?” es lo que piensan muchos de los usuarios. Estos días ha estado circulando por la red dos imágenes que contienen una enseñanza muy importante. El valor que tiene cada cifra de las notas es muy subjetivo (cada uno le da el que cree oportuno) y en el mundo de los videojuegos se tiende a maximizarlo todo. Si un juego no tiene más de un 9 es que es la peor bazofia de todos los tiempos. Mucha gente piensa así y algunas publicaciones poco rigurosas también. Bueno, entremos en materia.
En Internet se han publicado un par de imágenes obtenidas de Metacritic, una web que calcula la media de las notas que diversas publicaciones le asignan a diversas obras (cine, series o videojuegos). En la primera imagen vemos varias películas ordenadas por puntuaciones junto con el significado de cada puntuación. La película Cisne negro está calificada con un 79 lo que para los cinéfilos significa que es una obra “increíble”. The Way Back tiene un 59 y los usuarios piensan que es ”muy buena”. Así terminamos con Season of the Witch que se lleva un 28 y la impresión que da es de “basura”.
En cambio, si nos trasladamos al mundo de los videojuegos el asunto se radicaliza bastante. Se nos ofrece como ejemplo a Mass Effect 2 cuya puntuación media es de 96 y los jugadores califican al juego de “increíble”. Es asombroso que un juego con un 90 como Dead Space esté considerado simplemente como “bueno”. ¡Pero lo peor es que Ilomino tiene un 81 y lo tildan de “malo”! ¿No creen que los jugadores exageran mucho las calificaciones?
Obviando lo hilarante de las imágenes esto nos hace pensar en el radicalismo que existe en el sector. Si no es excepcional es malo y punto. Creo que esto no puede ser, cuando se nos presenta un análisis debemos acudir al texto, a la opinión desarrollada del autor y no simplemente a un número, a la nota. Las notas son un simple accesorio, lo que importa es el texto.