Los juegos de Splatterhouse fueron muy populares durante la época de los 16 bits y ahora intentan un regreso no tan exitoso a las consolas de nueva generación con una aventura con diseño de niveles confuso, peleas mal implementadas y una intención de hacer explícitas algunas acciones horripilantes que finalmente no destacan, pero de todas formas muchos jugadores querrán probar por primera vez al personaje de la máscara y la violencia extrema que recuerda a las películas de terror de los años 80.
Rick, nuestro protagonista, despierta recostado sobre un charco de sangre mientras el malvado doctor West secuestra a su novia, Jane. Una máscara antigua le ofrece un trato a Rick: ayudarlo a salvar a su novia si él se encarga de los monstruos de West convirtiéndose en el portador de la máscara.
La jugabilidad toma sus elementos de distintos videojuegos de acción actuales pero sin ahondar en ninguno, convirtiéndose así en una mero referente pero que no aporta ni explora, un juego que podrá pasar fácilmente desapercibido.
Hay golpes con fuerzas variables, combos y diferentes elementos para incrementar nuestro poder, pero una vez más estamos ante recursos sencillos. Una pena ya que el regreso de Rick significaba para mucho el regreso de una joya de los años de salones arcade.
Los ángulos de la cámara y un bajo framerate terminan de jugar en contra a una remake que vuelve a poner el énfasis en la ausencia de originalidad de la industria. Pero en Guía Manía siempre tenemos los mejores trucos, y no podía faltar para Splatterhouse así que prepárate para el terror de la máscara y los demonios del doctor West.
En la versión de PS3 puedes activar una máscara exclusiva si ganas el Modo Historia.
Además, tienes la posibilidad de jugar a los Splatterhouse originales. Si superas las fases 1-2 activas el Splatterhouse. 1-4 activa Splatterhouse 2 y 1-8 permite disfrutar toda la sangre y la acción de Splatterhouse 3.