Desde el mismo momento en que ha sido anunciado, en los diversos sitios referidos al universo del ocio electrónico se han podido observar tanto voces a favor como en contra de Kinect. Sí, el nuevo dispositivo que dio a conocer la gente de Microsoft para su consola Xbox 360. En el transcurso de las últimas horas, quien salió a hacer declaraciones en relación con el flamante detector de movimientos ha sido el inventor de Child of Eden, Tetsuya Mizuguchi.
En una nota otorgada a los colegas de CVG, el creativo sostuvo que a diario se ve cómo la tecnología y el software evolucionan, y por esto mismo es que constantemente se trabaja para ponerlas a punto. En relación con esto, remarcó prácticamente nada funciona de manera óptima en los inicios de una nueva tecnología, pero que es evidente que ella mejora cuando más se trabaja. Haciendo una analogía, Mizuguchi comparó esta etapa de Kinect con la infancia de un ser humano y es por eso que dijo que de ahora en más el dispositivo no hará otra cosa que evolucionar.
En tanto, también realizó declaraciones para aclarar por qué decidió trabajar con Kinect ahora teniendo en cuenta que todavía no está lo suficientemente maduro. Según su explicación, era un desafía trabajar con esta flamante tecnología y eso le encantó porque le permite darse cuenta de qué tipos de experiencia pueden crear en torno a ella. Además, admitió que Kinect llegó prácticamente de casualidad a sus manos y que apenas la descubrió, empezó a idear Child of Eden, para así poder ver de cerca de qué es capaz el dispositivo. Por otra parte, el diseñador no descartó que en un futuro cercano también implanten la tecnología Move, de Sony.
En otro orden, desde la conocida cadena de ventas Amazon han hablado sobre la distancia que precisará el usuario para poder disfrutar plenamente de Kinect. De acuerdo a lo anunciado, se precisarán de 1,80 metros de espacio libre entre el gamer y el artefacto para que este funcione correctamente. Cabe aclarar que la información no tiene carácter oficial, pero que al ser emitida por un comercio de tanto renombre, como mínimo, vale la pena tenerla en cuenta.