Thomas Vercetti es un verdadero paradigma del mundo de los videojuegos, y es que Grand Theft Auto: Vice City supo entregarnos uno de los juegos de mundo abierto más completos de su generación (superado luego por Grand Theft Auto IV o quizás dirán algunos por el aclamado Mafia) pero sin objeción Tommy Vercetti es inolvidable.
Horas enteras andando en auto por la extensa ciudad, escuchando hilarantes programas de radio, disparando a la gente, huyendo de la policía, buscando secretos y explorando una trama repleta de guiños a los amantes del cine de mafiosos, con referentes claros a películas como Scarface, Carlito’s Way y El Padrino.
Tommy es un hombre rudo, de profesión matón pero muy habilidoso y capaz de escalar en las posiciones del mundo criminal. Su forma de resolver los problemas incluye, indefectiblemente, la violencia. Apodado “el carnicero de Harwood”, su voz y aspecto físico recuerdan bastante al actor que le da vida, el reconocido Ray Liotta.
Pasa 15 años preso por asesinar a 11 personas en Harwood (trabajo que le fue encomendado por el jefe mafioso Sonny Forelli) y luego viaja hasta Vice City para expandir la influencia de la familia en dicha ciudad, aunque allí comenzará su propia historia.
A través de las diferentes misiones, Tommy se irá relacionando con todo tipo de figuras de la ciudad. Desde el narcotraficante colombiano Cortez, hasta el singular contador y abogado Ken Rosenberg.
El fallo de una primera misión, con un cargamento de drogas siendo capturado por la policía, hará que la relación con Sonny sea bastante tensa, y Tommy se las tendrá que arreglar para recuperar el dinero, ampliar su influencia y manejar el crimen en Vice City mientras se gana una nueva reputación, mucho más poderosa que la del simple “carnicero de Harwood”, en líneas generales, asistiremos al nacimiento de un nuevo jefe del crimen, y poder hacerlo a nuestra manera le da un gran tiempo de vida a Vice City, un clásico indiscutido de los juegos “sand box”.