Lo normal es que un juego, dependiendo de la plataforma objetivo y su magnitud, suponga desde unos meses de desarrollo (móviles) hasta 3 o 4 años de desarrollo (una superproducción de PS3 o X-Box 360) pero que un juego lleve 10 años de desarrollo no es algo que se vea todos los días ni muchísimo menos. Por eso es remarcable Inquisitor, un título al más puro estilo diablo desarrollado en la República Checa. No es un título muy a tener en cuenta quizás por su aspecto anticuado pero resulta curioso como un título que parecía seguir el camino de Duke Nukem Forever y 3D Realms. Cinemax es su desarrolladora y han colgado el esperado anuncio en su página web recientemente: “Inquisitor verá la luz en 2009 en la República Checa”, por supuesto lo haŕá un poco má adelante en el resto del mundo, cuando se halla llevado a cabo su traducción al inglés.
Inquisitor es un RPG con tintes de Diablo (cuya tercera parte está calentando motores) o del legendario Bladur’s Gate. Tenemos un entorno con vista isométrica en dos dimensiones y un personaje que deberemos controlar para eliminar a las criaturas del mal, subir de nivel, conseguir armas y armaduras nuevas y otras actividades típicas de este género. A pesar de que visualmente se ve más que anticuado (parece ser que en estos diez años de desarrollo no han cambiado de motor gráfico), el diseño está muy cuidado y los escenarios están llenos de detalle, juzguen por ustedes mismos.
Puede que no sea el juego del año, en absoluto, pero quería mencionarlo porque es un ejemplo de perseverancia, constancia, trabajo duro, motivación etc. Cualidades que escasean últimamente y nos pueden servir de ejemplo en muchas ocasiones de nuestra vida. Ver como el trabajo duro y extenuante de los programadores de Cinemax ha dado finalmente sus frutos tras miles de impedimentos es algo esperanzador. Les deseo mucha suerte.