El personaje principal de Assassin’s Creed, Altair Ibn-La’Ahad era una mezcla de la personalidad de Solid Snake con los movimientos acrobáticos del príncipe de Persia y una serie de conocimientos en las artes más mortales y los procedimientos para el asesinato.
Miembro de la misteriosa Orden de los Asesinos, al principio de la aventura es degradado al rango de Novato y deberá asesinar a 9 personas importantes para recuperar su antigua posición en lo más alto del orden. Su mentor, Ak Mualim, será el encargado de indicarle sus objetivos, pero la aventura de Altair va más allá de esos asesinatos.
La singular estructura argumental de Assassin’s Creed, relacionada con la lectura del código genético de Desmond Miles (uno de descendientes de Altair), hace que vayamos descubriendo poco a poco la verdad acerca de una conspiración que se desarrolla no solo durante los tiempos de Altair, en las cruzadas, sino más adelante en el futuro.
Altair, con quién jugaremos más de la mitad del título, visitara los exquisitamente recreados escenarios de las ciudades de Jerusalén, Damsco, Acre y Masiaf buscando la verdad acerca de “Los Nueve” (personajes que debe asesinar y que están muy relacionados con los eventos más violentos de Tierra Santa) y luego la verdad sobre la organización para la que trabaja.
Su nombre proviene del árabe, y sigifica “Águila” o “Ave de presa” y su apellido es “hijo de nadie”.
Además de explorar parte de su pasado en Assassin’s Creed (Xbox 360, PS3, PC, 2007), una precuela llamada Assassin’s Creed: Altair’s Chronicles hace un recuento de los eventos previos al primer juego y hablan sobre la lucha de Altair y los Templarios, el Cáliz y una misteriosa mujer llamada Adha.
Aquí se explora en mayor profundidad el lado humano de Altair, que es presentado como un ser frío y calculador en el primer juego. Digno exponente de los nuevos juegos de acción de la actual generación, Altair de Assassin’s Creed dará que hablar en sus posteriores encarnaciones.