Hoy analizaremos un clásico imperecedero para los amantes del RPG y de los videojuegos en general. Nos referimos al multipremiado Final Fantasy VII, que viera la luz en 1997 para la Play Station One y ahora estará disponible mediante descarga en el sistema PStore de PS3 y PSP.
La historia, que comienza como una guerra contra una mega corporación que esta acabando con la vida del planeta para luego transformarse en una batalla a toda escala contra una entidad extraterrestre capaz de acabar con todos los seres vivos, es uno de los factores más interesantes de Final Fantasy VII. Alejado de la estética medieval de los 6 títulos anteriores, y de la saga de Enix con la que siempre compitieron que era Dragon Quest, la ciencia ficción hacía acto de presencia en el universo Final Fantasy con armas de fuego, trenes, computadoras, naves espaciales y aviones, entre otras cosas.
El modo de juego, típico del RPG con batallas por turnos y momento de exploración de cuidados escenarios pre-renderizados, nos permitía explorar el amplio planeta de Gaia, con ciudades tan recordadas como Midgar o Junon, por nombrar algunas.
Los vídeos son, aún hoy, verdaderas joyas. Con la destrucción del cañón de Junon por parte de una de las Armas como no de los más sorprendentes de todo el juego.
Las invocaciones, que también aparecían en los títulos previos, por primera vez parecían tener una vida propia. Con animaciones fluidas y poderes devastadores que, a diferencia del Final Fantasy VIII que vendría luego, duraban lo justo y necesario.
El sistema de materias, para obtener las magias y habilidades con los diferentes personajes, estaba diseñado para personalizar cada estilo de juego a nuestro gusto. Pudiendo convertir a nuestros personajes en guerreros físicos o mágicos, pero con muchas más libertades.
Una banda sonora envolvente, gráficos que realmente sorprendían a los tímidos jugadores que se acercaban a las incipientes 3D, Final Fantasy VII fue una verdadera revolución técnica y jugable, por eso aún hoy es divertido.
Personalmente, creo que es uno de los títulos de la saga Final Fantasy que más veces gane. (Y después el 9 que es una verdadera joya también).