Shigeru Miyamoto, el diseñador de videojuegos más famoso y admirado del mundo y creador de la principales marcas de Nintendo, como Mario Bros, Donkey Kong o The Legend of Zelda, ha hablado sobre Game Cube en una entrevista publicada por la revista japonesa Famitsu, en la que afirmó que, los tiempos en los que esta consola era la principal máquina de la empresa fueron bastante tristes para él.
El japonés lamenta que, con Game Cube, Nintendo tomó exactamente la misma dirección que las compañías rivales, Sony y Microsoft, alejándose de la idea de hacer cosas distintas, simplemente introdujeron una consola similar a las que ya estaban en el mercado (que estaba dominado, sin réplica, por PlayStation 2), intentando ganar la batalla con las mismas armas que ellas. Pero Miyamoto piensa ahora que es mucho mejor conquistar al público general que ganar una competición concreta.
Por muy buenos que fueran algunos juegos de Game Cube (como Mario Sunshine, The Legend of Zelda: The Wind Waker, Metroid prime o Metal Gear Solid: Twin Snakes), la gente no hablaba de ellos y sus resultados de ventas eran muy pobres, así que todo el proceso creativo y todo el esfuerzo que cuesta crear un gran juego resultaban casi inútiles.
Miyamoto afirma que estaba deseando alejarse del paso que marcaban los demás y volver a conectar con el público general y, según cree, Nintendo dio el primer paso para conseguirlo con el lanzamiento de los Classics NES para Game Boy Advance y la idea de Nintendo DS.
Nintendo tenía el propósito de crear algo totalmente nuevo, no limitarse a sacar más consolas y lo consiguió con su última portátil, gracias a la idea del ex presidente Hiroshi Yamauchi de ponerle dos pantallas y a la del propio Miyamoto de que una de ellas fuera táctil, algo que le había rondado la cabeza durante un tiempo. Y esta nueva política fue aplicada también a la hora de crear una consola de sobremesa nueva, la Wii. Nintendo se alejó totalmente del rumbo de Sony y Microsoft que lanzaron consolas mucho más potentes que las anteriores y se concentró en crear una máquina que conectara con el público aunque gráficamente apenas superara a Game Cube.
Y desde luego Miyamoto no se puede quejar de los resultados obtenidos, Wii lleva rumbo de convertirse en la consola más vendida de la historia y Nintendo DS ha superado ya los 100 millones de unidades vendidas en el mundo entero. Ahora seguro que vuelve a sentirse feliz.