Bungie, el exitoso estudio desarrollador de la aclamada saga Halo (a cuyo lanzamiento de su tercera parte pudimos asistir), ha anunciado hace unas horas que se desliga de Microsoft Games Studios (MGS) para convertirse en una empresa independiente. Sin embargo el acuerdo fue hecho entre Bungie y la misma MGS asegurando en el largo plazo la publicación y distribución de futuros juegos de la marca “Halo” bajo el brazo de la gigante creadora de Xbox360.
Esta noticia no es menor si consideramos el actual panorama de las exclusividades en los videojuegos. Hemos comprobado que no importa cuantos acuerdos se conversen o contratos se firmen, de una u otra forma las empresas se las arreglan para romper el vínculo y vemos como títulos “exclusivos” (esquina superior izquierda: ¿Only For?) terminan saliendo, al cabo de unos años (o incluso unos meses) en la competencia.
Por otro lado hago las siguientes reflexiones: ¿Por qué Bungie esperó el lanzamiento de Halo3 para independizarse de MGS? ¿Hubiera sido tan exitosa la saga sin el apoyo de una gigante como MGS y todo el marketing asociado al producto y casi juego insignia de Xbox360?
Según su comunicado oficial, el acuerdo original era solo por la saga y no dejaría espacio a la especulación aclarando de paso que todo se mantendrá igual (juegos para Xbox360, apoyo a MGS, etc). Sin embargo mi experiencia en los videojuegos me ha enseñado que, para bien o para mal, este tipo de noticias muchas veces refleja ese conocido dicho que canta: “las palabras se las lleva el viento”