Nintendo siempre parece la buena chica en esta industria, una empresa que nunca apuesta por la violencia en los juegos, que intenta innovar en cuanto a hardware y en la que un verdadero creativo como es el señor Shigeru Miyamoto es el que toma las decisiones importantes en cuanto a diseño de juegos. Pero Nintendo no es Miyamoto, es una empresa muy poderosa y no se llega a un puesto de tanto poder siendo buenazos.
Nintendo ha realizado campañas de desprestigio en el pasado para quitarse a la competencia de en medio, y es la empresa más contaminante del mundo en lo que respecta al campo de la electrónica. Ha hecho sus maldades. Ahora, se habla de que podría haber menores de edad trabajando en la fabricación de consolas Wii U, aunque en este caso la culpa no sería de la propia Nintendo sino de una de sus colaboradoras: Foxcoon Technology Group.
Foxconn no solo es colaborador de Nintendo, fabrica hardware de algunas de las empresas más poderosas del mundo. En sus fábricas, se manufacturan consolas Xbox 360, móviles Nokia portátiles Dell o los cacharritos tan monos de Apple. Es la mayor contratista en el este ámbito y está produciendo las primeras consolas Wii U que se pondrán a la venta el próximo mes.
La propia empresa ha confirmado haber contratado a niños de 14 años para trabajar en la producción de Wii U durante unas pocas semanas. En un momento dado, la fábrica de Foxconn en Yantai, China, se vio corta de personal para hacerse cargo de la fabricación de la próxima consola de Nintendo, y obligó a estudiantes de esta edad a realizar el trabajo como si fuera parte de sus estudios, amenazando con expulsarlos de sus centros de enseñanza si no lo hacían.
Hay que recordar que, en China, la edad mínima para trabajar es de 16 años, así que podemos estar ante un delito grave, un atentado contra la Declaración de derechos del Niño. Nintendo se ve salpicada por esta incidencia, aunque no sea culpable directamente de ella, pero hay que ver que medidas toma al respecto.
La empresa presidida por Satoru Iwata ha realizado un comunicado afirmando que está investigando los hechos, ya que a todos sus socios se les exige que cumplan con las reglas establecidas por la empresa en las Nintendo CSR Procurement Guidelines, la normativa que regula la ética laboral que debe cumplirse durante todo el proceso de manufacturación de sus productos.
Eso sí, si los resultados de la investigación concluyen que Foxconn es culpable de explotación infantil, lo que hará Nintendo es pedirle que modifique sus prácticas. O sea, la empresa japonesa quiere mostrar una imagen de responsabilidad social hacia el mundo, pero no está dispuesta a perder ni un solo día de trabajo en fabricación de consolas, tan solo amonestará a su socio, y todo estará bien, hasta que le vuelvan a pillar. Obviamente, si a Nintendo le importaran más los derechos de los trabajadores que el dinero, no buscaría fábricas en China para su cadena de producción.