El debate sobre la importancia de la capacidad técnica en las videoconsolas está abierto desde hace bastante tiempo. Hoy por hoy, existen dos fabricantes de hardware dentro de la industria, Microsoft y Sony, que hacen un gran esfuerzo por tener la consola más potente del mercado. El tercero en discordia, Nintendo, centra su trabajo en la innovación jugable, evitando la competencia directa con las otras consolas.
Hay quien defiende el modelo de Nintendo, poniendo como prueba el liderazgo de Wii en el mercado durante varios años. Hay, también, quien lo desacredita, utilizando como argumento el corto ciclo de vida que acabó teniendo la consola.
Si hay una opinión respetada en la industria, esa es la de Shigeru Miyamoto, quien es además uno de los diseñadores de las consolas de Nintendo. El padre de Mario, Link y tantos otros personajes no está preocupado en absoluto por la diferencia técnica que, aparentemente, existirá entre la nueva consola de la casa, Wii U, y las máquinas que tienen en preparación Sony y Microsoft de cara a la próxima generación.
Miyamoto no puede responder, todavía, a si Wii U podrá estar a la altura de PlayStation 4 y Xbox 720 a nivel de hardware. Es posible, comenta el japonés, que la consola de Nintendo tenga una potencia menor que la que caracterizará a la competencia, pero esto no se trata tan solo de potencia, el diseño de consolas va más allá de eso. Es mucho más importante conseguir una buena relación entre lo que se ofrece a los consumidores y el precio que se les pide por ello.
Una vez más, Miyamoto recalca la relevancia de la diversión en los juegos por encima de su nivel gráfico.
Este es un debate en el que el creativo tiene las ideas muy claras. Hay otro, también presente allá donde se habla sobre videojuegos, al que también se ha referido, esta vez mostrando un mayor nivel de preocupación: la violencia en los juegos.
Cree Miyamoto que, en la industria, hay una tendencia cada vez mayor de crear videojuegos que giran alrededor de la necesidad de usar armas. Se le hace difícil imaginar, comenta, la forma en la que los jugadores de corta edad interactúan con este paradigma.
Según el hombre de Nintendo, la responsabilidad en este caso no solo es de los padres, sino también de los desarrolladores. A la gente de cierta edad le cuesta mucho comprender la transición hacia los medios digitales que está teniendo lugar, lo que provoca que muchos padres no comprendan demasiado bien el mundo en el que viven sus hijos. Piensa Miyamoto que los desarrolladores tienen una perspectiva de esto mucho más clara, y deben tenerlo en consideración.