FROM Software destacó hace unos meses con el lanzamiento de Demon’s Souls, un juego de acción en tercera persona que apuesta por un enfoque totalmente diferente a lo que ofrecen los juegos de hoy: muertes aseguradas y gran dificultad. En vez de ofrecer una experiencia edulcorada donde fallar es complicado, en Demon’s Souls siempre estabas perdiendo, enfrentando peligros sorpresivos y repitiendo escenas para encontrar una nueva forma de avanzar. La secuela espiritual, Dark Souls, no es diferente. Un RPG de acción en tercera persona donde las peleas son brutales y cada camino puede llevarnos a una nueva muerte. Además tiene una duración de entre 50 y 60 horas, todo un desafío para amantes de la fantasía oscura, la magia y las peleas más increíbles en consolas de nueva generación. Prepárate para morir más de una vez aprendiendo a dominar las diferentes armas de Dark Souls, y la recompensa será descubrir que hay detrás de un ejército de demonios, así que ármate de valor.
Trucos para Dark Souls
Cuando ganamos el juego por primera vez tenemos la posibilidad de empezar un New Game +, donde mantenemos las armas, armaduras y almas, pero no los objetos especiales como Llaves o piedras preciosas. De todas formas, no te confíes ya que los enemigos también mejoran su poder de ataque y resistencia en casi el doble.
Hay una forma de matar con una sola flecha al poderoso Dragón Rojo, pero hay que asegurarnos de haber obtenido cualquier objeto necesario de esta criatura porque con este truco no volverá a aparecer en la partida. Después de hacer sonar la primera campana, el dragón suele estar caminando por la zona del puente. Corre hacia el puente donde luchaste con el Demonio de Tauro y tienes que poder ver al dragón, acércate a la zona donde la pared está rota y dispara contra el Dragón, si lo hicimos bien la criatura desaparecerá de la pantalla, 30 segundos después se escucha un gruñido y aparecen 10.000 almas y puntos de humanidad.
Cuando tengas alrededor de 200 puntos de fuerza, la espada Drake es la más poderosa que puedes comprar en los primeros momentos de la aventura.