Han pasado ya 22 largos años desde la primera vez que pudimos subirnos al ring de Punch-Out!! controlando al joven Little Mac con nuestra NES. Ahora, de la mano de Next Level Games llega a Wii un elaborado remake del legendario juego de boxeo que tantas horas de nuestra infancia nos robó, y además lo hace basándose en un valor que no suele aplicarse en este tipo de reediciones: el respeto.
Y es que lo primero que uno piensa al ver el nuevo Punch-Out!! es que sus desarrolladores realmente debían sentir cierto aprecio por el original y su remake para Super Nintendo. Una clara muestra de ello es que se han mantenido algunas premisas completamente desfasadas que hoy en día darían al traste con cualquier juego, pero en este caso funcionan de maravilla. Por ejemplo, la casi absoluta inmovilidad de nuestro personaje, que sólo podrá esquivar ligeramente los golpes de su adversario pero nunca pasearse libremente por el ring. Otro de los elementos característicos que se han querido preservar es la particular perspectiva del clásico. Con ella se pretende sobre todo subrayar la inferioridad de envergadura de Little Mac —por si no quedaba lo suficientemente claro con el nombre— con respecto a sus oponentes, que a menudo le doblarán o triplicarán en tamaño.
El aspecto gráfico sigue la línea humorística, con personajes «de dibujos animados» texturizados en cel-shading, y cambios continuos en la fisonomía de los oponentes a medida que les golpeemos el rostro. La exageración y el sentido del humor más burlón formarán parte también de este título lleno de personajes caricaturescos —incluso metiendo el dedo en la llaga de los tópicos internacionales— y una buena cantidad de muecas graciosísimas y frases hilarantes.
La jugabilidad es posiblemente el aspecto más cambiante en esta nueva versión debido, claro está, a las particularidades del control de la Wii. Los golpes, que siguen siendo únicamente de cara o estómago, deberán ejecutarse con el WiiMote y el Nunchuck, como si se tratara de boxeo real. Los movimientos de Little Mac, para esquivar o agacharse, se llevarán a cabo utilizando el stick del Nunchuck, que también nos servirá para elegir la altura del golpe que queremos propinar en sus dos variedades. Pero aquí, como ocurría en el Punch-Out!! original y sus posteriores ports, la gracia reside en estudiar atentamente el patrón de ataque del enemigo, de forma que debamos variar nuestras estrategias con cada uno de ellos. Con algunos deberemos pasar casi todo el combate esquivando golpes para encontrar la oportunidad ideal de castigarle con un directo a la mandíbula, y con otros lo más conveniente será una batería de golpes rápidos al estómago. Cada adversario tiene sus puntos débiles y sus puntos fuertes, y nuestra tarea será encontrarlos y explotarlos para hacer que su barra de vida se reduzca hasta dejarle K.O.
Habrá que ver si finalmente Punch-Out!! es tan divertido como sus ancestros de 8 y 16 bits, y aún queda saber cómo se jugará con la Balance Board, que será compatible con el juego. Pero hay algo que está muy claro: en Nintendo saben muy bien lo que tienen entre manos, y no lo van a desperdiciar así como así.