Es muy tarde, ya que sólo faltan algunas carreras para que finalice el mundial de motococlismo, pero como nos señala el famoso dicho: más vale tarde que nunca. Dicho esto ya podemos comenzar, Moto GP 2008 ya está aquí de la mano de Capcom. Volvemos a montarnos en esas maravillas de la ingeniería de dos ruedas para alcanzar velocidades de 300 Km/h. Espero que no nos estrellemos.
Jugablemente podríamos encasillar el juego en el apartado de arcade. El título intenta abarcar más, pero no lo consigue del todo. Al principio hacemos una prueba que nos coloca en un modo de dificultad (después lo podemos cambiar). Además de los distintos modos de dificultad podemos elegir un estilo de conducción: arcade, avanzado o simulación. En el primero la conducción es poco exigente y relajada, en el segundo la cosa se pone más interesante pero ni siquiera en el tercero alcanza la simulación. Esto se fundamenta en la falta de gravedad ante los choques y roces entre pilotos. De todos modos creo que el juego satisfacerá a todo motero empedernido, es entretenido y asequible.
Gráficamente flojea bastante, los pilotos y sus vehículos están muy bien recreados en cuanto a modelados y texturas, no así en cuanto a animaciones, bastante bruscas. Además las caídas son ortopédicas y las trayectorias casi aleatorias. Por si fuera poco, las motos no sufren daños ni en el rendimiento ni en la carrocería. Además la ambientación es nula ya que, a pesar de que los circuitos están bien recreados, el público es completamente plano. En cuanto a la iluminación se puede decir que no anda mal pero es algo irreal algunas veces.
Tiene los modos de juego típicos y cuenta con las licencias de las competiciones de 125, 250 y moto GP. Es variado y completo. Destaca el modo desafío con 50 pruebas donde poner a prueba nuestra habilidad.
La música no destaca en absoluto pero los sonidos están muy bien, recreando el motor de las motos a la perfección, diferenciando claramente unas de otras. Lo malo es que el público está completamente mudo y no tendremos comentarista.
En conclusión, un buen juego de motos, en absoluto de simulación, pero que entretendrá a todos los aficionados.