Si bien la piratería de juegos supone pérdidas millonarias para las casas desarrolladoras de los títulos, en la otra cara de la moneda, la piratería implica un fundamento clave a la hora de optar por una consola. Lamentablemente, no muchos tienen la capacidad económica como para gastar 50 ó 70 dólares en un videojuego, más aún cuando salen nuevas producciones de forma permanente, y uno desea hacerse de la mayoría.
Por esa razón, el hecho de poder correr juegos piratas en una consola suele resultar determinante en la compra de la misma. Algunos dirán que el fracaso de Nintendo 64 ante Playstation fue como consecuencia de una ausencia de variedad de juegos o por una inferior potencial técnico, sin embargo existe un detalle adicional: los CD´s de Playstation eran mucho más fáciles y económicos de piratear que los viejos y anticuados cartuchos de la Nintendo 64.
La propia Nintendo Wii «permite» correr juegos piratas, a diferencia de lo que pasa en PS3 y Xbox 360, en donde se trabaja con tecnologías específicamente diseñadas para enfrentar esta mafia… pero casualmente, y más allá de la innovación de Wii y sus increíbles características, ésta lleva una amplia delantera en cuanto a las ventas. ¿No será que el hecho de que uno pueda piratear sus juegos ayude a que la máquina se venda más?
En Latinoamérica los títulos originales tienen un costo altísimo, teniendo en cuenta la moneda local de cada país frente al dólar. No son lo mismo 50 dólares, que 50 pesos argentinos o mexicanos. Estos costos son un obstáculo muy significativo para adquirir una consola como PS3 o Xbox 360.
Y de esta forma llegamos a una novedad que tiene que ver con el fenómeno de la piratería y el compromiso de las empresas desarrolladores de juegos: un nuevo sistema de seguridad está hoy en boca de todos. Se llama TPM, y para el Presidente de Atari, éste supondrá una herramienta clave en la lucha por evitar el crecimiento de la piratería. Ahora me pregunto… ¿esto ayuda o no en la venta de consolas y en el crecimiento del mercado? Tal vez sea ingenuo, pero creo que la verdadera solución está en ofrecer videojuegos a precios coherentes al bolsillo de jóvenes de 12 ó 16 años.
Nota: Este artículo fue actualizado pocas horas después de su publicación con respecto a la mención sobre Xbox 360, dado que, como lo apuntaron varios lectores, para ésta también hay un chip como en Wii. No obstante, tengamos en cuenta que la consola de Microsoft es bastante «delicada» en cuanto a su tecnología, con lo cual, el hecho de correr juegos piratas puede resultar en un problema a mediano plazo. Esta situación no se ve en Wii, ni tampoco en consolas más antiguas como PS2.