Aún quedan bastantes fans de Final Fantasy que tienen la esperanza de que, con la llegada de cada edición del E3 de Los Ángeles, sea anunciado un remake de la magistral séptima entrega de la saga de rol. Square Enix nunca ha descartado la opción de hacerlo, pero siempre han hablado de la dificultad que implicaría hacer un juego de ese tamaño con gráficos en Alta Definición. ¿Quién sabe si con alguna de las nuevas consolas que están saliendo (3DS, PSVita y Wii U) hacer este juego sería más sencillo?
Parece que en Square Enix aún existe la intención de seguir con la historia de Cloud, Barret, Tifa y compañía. Hemos visto una secuela en forma de película (Advent Children), una notable precuela para PSP (Crisis Core) y algunos otros productos. Pero lo que realmente podría ser interesante sería un Final Fantasy 7-2, un título de las mismas dimensiones que el primero pero adecuado a la actual generación. Y Square está abierta a esta opción para el futuro.
Yoshinari Kitase, director de Final Fantasy VII, ha hablado sobre la opción de hacer una continuación del juego en una entrevista concedida a CVG. A él le gustaría darle una oportunidad a un juego como ese, pero hay que tener en cuenta que sería un título de gran presupuesto y que llevaría bastante tiempo hacerlo. Habría que estudiarlo, reunir a un gran equipo para el proyecto y ver si la situación del mercado permitiría hacer algo así.
Ahora mismo no existen planes en Square de desarrollar Final Fantasy VII-2 pero Kitase piensa que sería una buena idea hacerlo.
Sin duda, el anuncio de un remake o una secuela de Final Fantasy VII hubiera sido un punto a favor de Square en el E3, ya que la sección japonesa de la empresa no ha presentado nada interesante.
Koji Taguchi, ejecutivo de Square, se ha mostrado muy crítico con la actuación de la empresa en la feria. Según él, el papel de Square se ha salvado gracias a haber comprado Eidos y haber mostrado Tomb Raider, Deus y Hitman. Cree Taguchi que es humillante el papel de los juegos japoneses, que muestran un claro decaimiento. “Es hora de buscar soluciones para arreglarlo”, declara el ejecutivo japonés.