Dragon Age 2, uno de los juegos más esperados del momento, llegó a las tiendas americanas el pasado martes, mientras que lo ha hecho hoy mismo a las europeas. Después de una reacción de la crítica algo irregular, con muchas puntuaciones altas y otras no tantas, queda por ver cuál es la reacción del público.
Pero, una vez terminado Dragon Age 2, es momento de empezar a pensar en una posible secuela y en las novedades que esta podría presentar. En una entrevista concedida a Eurogamer, Mike Laidlaw, diseñador principal de la saga Dragon Age, así lo ha confirmado.
Cuando en Eurogamer le preguntaron sobre la opción de hacer una tercera parte, Laidlaw comentó que siempre hay ideas y que existe una dirección concreta que lleva la franquicia. También aseguró que BioWare tiene la idea de seguir desarrollando el personaje de Hawke, aunque no puede confirmar por ahora si este seguirá siendo el protagonista en próximas ediciones. Y es que, según él, el estudio canadiense se centra ahora en crear DLCs, expansiones y nuevos contenidos para Dragon Age II.
Lo que sí que adelantó Laidlaw es que esta tercera parte podría incluir un modo multijugador. Según él, buena parte de las raíces de Dragon Age es el sentido de equipo y el hecho de sentirse más fuerte en conjunto que individualmente.
También ha hablado el señor Laidlaw sobre la reacción de la crítica hacia Dragon Age II. Afirma que en Bioware han leído muchas reviews de su nuevo juego y que están contentos en general. Cree que hay muchas críticas que son bastante justas y que suponen un feedback que les va a ayudar a trabajar en el futuro. Sin embargo, se queja de que, mientras en algunos medios han obtenidos notas de sobresaliente, en otros la puntuación es realmente baja (6/10 y cosas por el estilo), lo que ha hecho que la media en metacritic se haya quedado en un 84%.
Laidlaw comenta que es difícil saber por qué algunos análisis son tan negativos. Una posible explicación para él es que alguna gente haya pensado “esto no es Origins y yo quería Origins 2”. En su opinión, el vínculo emocional que algunos jugadores han establecido con la historia de Origins ha podido generar cierto sentimiento de decepción al jugar a Dragon Age II.