Los clásicos del pasado, por suerte para los nostálgicos, siguen teniendo su espacio de privilegio en el presente. Una de las firmas que acude asiduamente a ellos es Nintendo. Justamente ella ha decidido apostar por Sin and Punishment: Sucessor of the Skies. Se trata de la continuación de un arcade clásico que supo deslumbrar en su momento en Nintendo 64. Lo peculiar del caso es en que terreno occidental, este título de culto apareció recién en 2007 y por medio de la Consola Virtual. Pero volviendo al juego del que hablaremos en las siguientes líneas, hay que decir que desde Nintendo Ibérica confirmaron su salida para la plataforma Wii para el próximo 7 de mayo.
Pero antes de pasar a hablar de este producto desarrollado por los chicos de Treasure, encargados de Ikaruga y Alien Soldier entre otros, es imprescindible repasar algo de su predecesor. Aquel recordado arcade nos trasladaba a un mundo que se encontraba al borde del colapso. Las razones principales que llevaron a semejante situación eran dos. Por un lado, el marcado crecimiento de la población; por el otro, la falta de alimento. Ante esto, los científicos quisieron solucionar el inconveniente creando mutantes, pero algo les falló y estos culminaron revelándose contra los seres humanos.
Pues bien, en Sin and Punishment: Sucessor of the Skies observaremos sitios completamente en ruinas y selvas levantadas donde antes había ciudades. Los seres humanos escasearán y unos pocos de ellos se animarán a investigar qué ha pasado y actuarán para ponerle fin a esa gris realidad. Los combates van a ser tanto cuerpo a cuerpo como a distancia, con mecánica sobre rieles; aunque también se agrega ahora la chance de volar.
Claro que para semejantes enfrentamientos contaremos con un destacado arsenal, en el que figurarán, explosivos, espadas y pistolas. Precisamente en este punto residirá una de las atracciones principales del producto. Además de contar con un modo cooperativo divertido e interesante, admitirá distintos tipos de control. Por ejemplo, se le podrá echar mano al accesorio Wii Zapper (lo recomendamos), o bien acudir al mando típico de la consola, al cual empuñaremos como si fuera un arma.