Hay que ver lo mucho que ha hecho esta generación en cuanto a distribuciones digitales se refiere. Ahí tenemos grandes juegos de compañías independientes como 2D Boy con su World of Goo, o Castle Crashers de la empresa The Behemoth, por citar un par de claros ejemplos. Sin lugar a dudas es la distribución digital un sitio bastante interesante entre otras cosas para lograr llegar al público más nostálgico con versiones en alta definición o ports directos de los juegos clásicos de máquinas arcade o consolas clásicas, así como nuevos juegos con jugabilidad más añeja, más clásica, ejemplos como los ya citados o el futuro Shadow Complex son juegos de temática clásica (Puzzle, Beat´em up y Shoot´em up) adaptados a los tiempos que corren.
Nintendo tiene sus ideas acerca de este tema. En palabras de Shigeru Miyamoto el sistema de distribución digital lo tiene difícil para convertirse por sí solo en el único método disponible para la distribución de videojuegos.
En sus declaraciones comenta que “para evitar costes sí que veo bien la distribución digital, ya que de este modo no se necesita dinero para empaquetar los juegos y esas cosas”. Por tanto tampoco considera que el tema de las descargas digitales sea malo.
“Este método de distribución creo que genera muchas oportunidades para un montón de nuevos desarrolladores”. Termina comentando su opinión personal acerca de las ditribuciones no sólo en los videojuegos: “soy una persona que, aunque tengan todas las canciones de un disco en iTunes también quiere el CD. Me gusta porque el soporte físico me hace sentirme más seguro”.
Por eso acaba con la conclusión de que “el entretenimiento no va a volverse digital, sino solo hay que mirar el Wii Motion Plus. Eso no puede distribuirse digitalmente”.
Lo cierto es que a mi juicio tiene mucho de razón ya que la sensación de tener el objeto, y no sólo la “imagen virtual” hace, quizás involuntariamente, que concedamos a ese juego (y lo mismo con una película, un disco de música) más importancia.