Esta generación, la que comenzó en 2005 empezó con la fuerza de Xbox 360, luego la “revolución” de Wii y PS3 llegaron para asegurar los lanzamientos de sus consolas antes de que fuera demasiado tarde. En ese momento llegó la distinción, no por hardware, sino por ideales, donde Nintendo se fue por una vertiente y Microsoft y Sony por otra, la más tradicional. Hay que decirlo, Nintendo no vendió una consola potente, sino una idea materializada en forma de mando. Y no le ha ido tan mal. Ahora son las que se fueron por la vertiente clásica, tradicional… Aquellas que menospreciaban el camino de Nintendo son quienes se están moviendo (aunque sin olvidar su principal baza) al camino empezado por Nintendo.
Por eso no resulta de extrañar que Shane Kim, vicepresidente de Microsoft de entretenimiento interactivo, haya dicho que en la siguiente generación de consolas el hardware no será tan importante como otro tipo de ideas. Y es que para Shane Kim estas ideas son algunas que se están viendo ya. El software, periféricos que causen tal revuelo que todo el mundo los desee, el mejor servicio Online… Por ahí quiere ir Microsoft, o al menos esa es su idea del futuro en este negocio.
Antes la gente se preguntaba cual era el límite de la consola al que se podía llevar en unos cinco años hasta la siguiente generación. “Actualmente pensar así está pasado de moda” contesta. “Antes se buscaba generar más píxeles, pasar de 2D a 3D y de ahí a la alta definición” Kim comenta que todo ese adelanto antes se hacía mediante hardware. Xbox 360 tiene aún más margen y espera que los desarrolladores puedan exprimirlo al máximo.
Kim termina por tanto esperando más vida para Xbox 360, ya que confía en que Project Natal así como lo que se va incorporando poco a poco dentro de Xbox Live le dé más longevidad a su sistema de entretenimiento.