Actualizaciones, firmwares, dispositivos externos, navegadores de internet, discos duros, instalaciones, homebrew, y así una larguísima lista. Se trata de las nuevas posibilidades que ofrecen las consolas de nueva generación, pero… ¿Siguen siendo consolas? ¿No se parecen cada vez más a un PC convencional? ¿Hasta que punto llegaremos?
Hace unos 5 años simplemente nos teníamos que limitar a comprar un juego, meter el disco en la consola, encenderla y disfrutar el tiempo que quisiéramos jugar. Últimamente no es así, ahora tengo que enfrentarme a otra secuencia ciertamente más cansina. Compro el juego, meto el disco en la consola, intento jugar pero tengo que instalar una actualización de más de media hora, cuando, por fin está lista, me tengo que ir, he malgastado mi tiempo de juego en esperar una actualización. Gracias a las consolas de nueva generación tenemos gráficos y experiencias más realistas e inmersivas pero, con la complejidad que eso implica llegan nuevas pegas. Actualizaciones del sistema que corrigen errores, posibles fallos en el hardware (como en el disco duro, por ejemplo) y un largo etcétera.
Al haber ganado en complejidad, aumentan los posibles fallos y con ello llega todo lo demás. No estoy hablando de compañías que lanzan juegos incompletos y después lanzan un parche (eso sería otro tema para un artículo de opinión distinto). Quien sabe si en unos años necesitemos instalar antivirus en nuestros sistemas de entretenimiento, conexiones a internet, un disco duro y un pequeño agujero en el sistema de la consola bastarían para que exista la posibilidad de crear un virus que se extienda por las redes sociales de usuarios consoleros, hoy día todo está conectado. No es algo que ocurra hoy en día, pero parece ser que será la tónica general dentro de unos años.
Jugar en consola solía ser directo, ahora hay instalaciones, parches etcétera, igualito que en PC. Las consolas tienen incluso más similitudes, por ejemplo, en Playstation 3 podemos incluso instalar la distribución de Linux, Yellow Dog y utilizar la consola como si de un PC de sobremesa real se tratase. ¿Es esto algo bueno? Pues creo que como todo, depende de cómo se use. Simplemente los usuarios tenemos que apostar por las plataformas que sean más segura y nos transmitan más confianza pero lo que hay que tener claro es que esta es la tendencia del mercado. A saber qué ocurre en la próxima generación de consolas.
Como siempre, ¿vosotros que opináis?