Los plataformas murieron con la llegada de las 3D y los excesos poligonales. Algunos dirán que han habido grandes juegos de este género durante los últimos años, y tendrán razón. Pero sin duda se ha producido un frenazo considerable en los juegos basados simplemente en el salto y la coordinación. Y los pocos que quedan están mezclados con otros géneros como la acción o los shooters, o bien son producciones menores que se ofrecen en descarga directa a través de servicios de distribución digital. Ese es el caso de Trine, disponible a partir del próximo mes en PlayStation Network y Steam, aunque es posible que su soprendente calidad sea mayor que la de muchos juegos que gozan de canales de distribución tradicionales y una mayor promoción.
La premisa sobre la que se apoya Trine es, básicamente, recuperar el género en su forma más primitiva, al estilo del brillante Magic Sword que pudimos disfrutar hace algunos años en SNES. Además, este título añade toques de beat’em up y lógica para resolver algunos rompecabezas basados en la física que nos obligarán a rompernos los cuernos más de una vez para poder seguir adelante. Los protagonistas del juego serán tres, a elegir por el jugador: un caballero, un mago y una ladrona. Los tres tendrán características y habilidades distintas, teniendo cada uno su propio fuerte como la fuerza bruta, la agilidad o el uso de la magia.
Técnicamente el aspecto visual de Trine es espléndido. Con escenarios muy coloridos y preciosistas, unos personajes definidos y con buenas animaciones y unos efectos de luz apabullantes para un título de estas características. Los gráficos, pese a ser íntegramente en 3D, poseerán una perspectiva estrictamente 2D, al estilo de otra pequeña joya descargable como Bionic Commando Rearmed.
Pero si hay algo llamativo en este Trine es un firme apuesta por una jugabilidad equilibrada y sobre todo muy adictiva. A un desarrollo clásico y cierta inclinación hacia el uso de la inteligencia para resolver los numerosos puzles que se nos plantearán, se suma otra característica a tener muy en cuenta: la posibilidad de jugar a Trine en modo cooperativo y avanzar en los retos que propone la aventura con la ayuda de algún amigo.
Así pues, los chicos de Frozenbyte nos ofrecen un regalo irrechazable: una mezcla de ideas que, de estar bien implementadas y con un nivel de producción tan alto como se apunta, puede resultar en otro nuevo éxito descargable como ya lo fue el imprescindible Braid. Veremos en qué queda.