Video de Oneechanbara: Bikini Samurai Squad

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Xbox 360 recibe un título que desde su título ya se anuncia bastante bizarro, y cuyo resultado no podía serlo menos, Oneechanbara: Bikini Samurai Squad de Tamsoft viene para mezclar conceptos tan disímiles como chicas en traje de baño y zombies sedientos de sangre.

Conocida en este lado del mundo con el título de Zombie Hunters, la serie Oneechanbara comenzó sus andadas en la Play Station 2 con juegos de acción bastante sangrientos y cumplidores, aunque ninguno destacaba sobremanera.

En este exclusivo para Xbox 360, las ideas de la saga parecen haberse desviado hacia el fanservice a los más acérrimos amantes del gusto japonés, colegialas con espadas y polleras escocesas. Y el resultado es bastante triste.

Gráficamente solo se puede destacar a las protagonistas femeninas, ya que los escenarios y los enemigos son genéricos, sin gracia y muy fácilmente olvidables, con diseños repetidos hasta el hartazgo desde las primeras batallas del juego.

Pese a una jugabilidad bastante espectacular, en los primeros minutos de juego, con desmembraciones, chorros de sangre a diestra y siniestra y múltiples combinaciones de golpes, la escasa atención puesta en los enemigos y en los escenarios hace que pronto la experiencia de Oneechanbara Bikini Samurai Squad se torne aburrida.

La trama nos pone a controlar a Aya y Saki, dos hermanas maldecidas por un extraño conjuro relacionado con su sangre. El efecto final es la transformación de ambas muchachitas, que pueden destrozar cualquier enemigo u objeto que se les cruce, siempre a riesgo de perder energía y terminar inconscientes.

Oneenchanbara Bikini Samurai Squad es un juego de acción en tercera persona, enmarcado en el género de hack’n slash donde lo importante es destruir a hordas interminables de enemigos y gozar de la espectacularidad de los combos y los gráficos, aunque en esta oportunidad lo segundo termina siendo nulo.

Una incursión en la nueva generación que termina resultando bastante pobre, pero que quizás guste al selecto grupo amante de las películas de terror de clase B y las mujeres japonesas ligeras de ropa.






 

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