Es muy difícil por estos días hacer futurología y ponerse a predecir cuál o cuáles serán las próximas consolas que aparecerán en el mercado, y sea en un futuro cercano, o bien, lejano. Tal vez los que más chances tengan de ganar consumidores sean los teléfonos móviles denominados de nueva generación. De hecho en este último tiempo el iPhone ha crecido a pasos agigantados y a causa de su pantalla portátil supo ganarse una considerable suma de adeptos.
Con relación a la Nintendo DS y Sony PSP podríamos decir que corre con algunas ventajas. Como ser por ejemplo un menor precio en lo que respecta a comercialización de hardware, e inclusive también un menor gasto para aquellos que se encarguen de desarrollar los distintos títulos. Claro que además cuenta con ciertas desventajas, como ser una oferta sumamente limitada respecto de las dos plataformas portátiles nombradas antes y, sobre todo, una experiencia jugable mucho más limitada.
De acuerdo al pensamiento del presidente de Nintendo en América, Reggie Fils-Aime, tanto el iPhone como la DS y la PSP se ubican en un mismo espacio de competición; mientras que para John Koller, alto directivo de Sony, los habituales gamers del iPhone le echan mano como un simple pasa tiempo y no ponen el acento en la experiencia jugable.