Un soplo de aire fresco: Little Big Planet

El lanzamiento de Little Big Planet me pilló un poco por sorpresa. A estas alturas de la vida ya no tenía demasiada fe en que un juego de plataformas cuyo nombre no comenzara por “Super Mario” pudiera levantar mi interés, pero este me ha sorprendido. Y es que es una de las cosas más raras que he visto desde hace tiempo, una de esas buenas ideas que surgen de vez en cuando y que suelen hacer de oro a sus inventores.

Las plataformas eran el género más importante del mundillo de los videojuegos a principios de los años 90. Pero con la mejora exponencial de las prestaciones de las consolas y el aumento de las posibilidades a la hora de crear un juego, las plataformas fueron, poco a poco, relegadas a un segundo plano, siendo en la actualidad consideradas, prácticamente, como un género infantil.

Es muy difícil, hoy en día, encontrar un juego de plataformas al que los medios especializados otorguen una nota de sobresaliente. Pero Little Big Planet lo ha conseguido y, casualmente, usando un desarrollo casi bidimensional. De hecho, las dos dimensiones han sido abandonadas casi unánimemente cuando pueden ser muy útiles para crear juegos divertidísimos como lo eran abe’s oddysee o heart of darkness, ambos de Playstation One. Pero las virtudes de Little Big Planet van más allá de su dinámica de juego, porque las posibilidades de personalización son tremendas. Y en este apartado tiene bastante que ver la Playstation Store, desde la que se pueden comprar paquetes con decorados, pantallas completas, trajes o música de distintos ámbitos. ¿Y quién no querría tener a su peluchito vestido de Solid Snake, Sephiroth o Ryu? Además, presenta la opción de poder crear tus propias pruebas, usando incluso fotos que hayas tomado con tu cámara.

Es posible que a los gamers aficionados a los tiros y a matar gente arbitrariamente en GTA (como yo) pueda parecerles una mortadelada de juego, pero a los que les gusten las plataformas y las cosas nuevas les va a entusiasmar.

Os deseo un feliz año a todos, que seáis felices y que juguéis mucho los doce próximos meses.





    el 31.12.08

 

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