Ikaruga es un título de naves especiales, representante de ese género que en Japón es tan popular y que se denomina shooter vertical.
Las andadas de Ikaruga comenzaron en los salones de arcade, utilizando el sistema NAOMI de Sega, que permitía efectos de luces y explosiones muy detallados y una velocidad de procesamiento envidiable, lo que se traducía en decenas de enemigos, explosiones y situaciones de peligro mientras nuestra nave surcaba los cielos.
Llego, en 2001, el port para la consola de Sega, la fallida Dreamcast, y luego un lanzamiento a toda máquina en la consola Nintendo GameCube, a principios de 2003.
El juego, desarrollado por Treasure, tenía todo para convertirse en uno de los títulos inolvidables del género. Armas espectaculares, jefes finales de tamaños imposibles y con una dificultad endiablada, y algunas mecánicas que le agregaban mayor complejidad al título con el concepto de “polaridad”. El potencial de Ikaruga era tanto que recientemente se han decidido a resucitarlo y desde Abril de 2008 esta disponible en la red de descargas de Xbox 360, Xbox Live Arcade.
El concepto de polaridad, con el que los desarrolladores de Treasure ya habían practicado en un título anterior llamado Radiant Silvergun, implica que nuestra nave, y las de los enemigos, vienen en dos tonos: blanco y negro. Nuestra nave puede cambiar de color en cualquier momento y aprender esa mecánica será indispensable ya que, al recibir balas de nuestro mismo color, recargaremos energía para nuestras armas especiales.
Muchos retos de Ikaruga están apoyados en el intercambio entre escudos capaces de absorber las diferentes ráfagas de colores. Evadir rayos constantes, los ataques cambiantes de los jefes finales, Ikarua juega con una falsa sensación de invulnerabilidad para luego demostrar que puede acabar con nosotros.
El resultado es un título repleto de acción y adrenalina, y con una mecánica que permite sumergirse en el espacio y no perder la atención, un momento de descuido puede significar la destrucción de nuestra nave.