Silent Hill: Origins, el terror llega a tus bolsillos y a tu consola hogareña.
Desarrollado por el estudio independiente Climax Group (Viva Piñata, Overlord: Dark Legend) y Konami, Silent Hill: Origins (Zero en Japón) llego a la Play Station Portátil en Noviembre de 2007. Su éxito fue considerado suficiente para realizar una versión para la Play Station 2 que vio la luz en Marzo de 2008.
A nivel argumental, Origins es una precuela que sucede 7 años antes de lo narrado en el Silent Hill original de Play Station, 1999. Travis Grady, nuestro personaje, visitará el pueblo del terror y descubrirá las macabras relaciones entre sus intensas pesadillas y Silent Hill.
A nivel gameplay Origins respeta las bases de la serie; se juega como un survival horror en tercera persona, los mismos ángulos de cámara predeterminados que a veces molestan la exploración, una función especial que permite situar la cámara por detrás de Travis, y una novedad en cuanto a nuestro avatar es que, cuando su energía este por acabarse, la visión se torna borrosa y se escucha un ruido de latidos veloces, como para ponernos a tono.
Otra novedad es un sistema para evadir los agarres del enemigo. Cuando nos encontremos atrapados por uno de los muchos mounstros que habitan Silent Hill habrá una secuencia de botones para presionar y salir menos golpeados de semejante embiste.
Por otro lado también regresa el “Lado Oscuro”, siempre presente en la saga, en esta ocasión podremos acceder a él mediante espejos que transforman las paredes y escenarios en una versión sangrienta de los lugares que visitamos. Los puzzles vuelven con sus rebuscadas soluciones y ambientación de película de terror, para darnos unos buenos sustos al jugar con la luz apagada y bien sumergidos en el mundo de Silent Hill.
A nivel gráfico, el juego sigue una línea similar a la del segundo Silent Hill, pero con una resolución más detallada en la PSP, lo que ha llevado a considerar está versión la mejor en comparación con la de PS2. Sin embargo, en ambas encarnaciones Silent Hill: Origins cumple con su cometido; nos explica aún más sobre el universo de una de las más longevas series de Survival Horror y nos atrapa con su gameplay más elaborado (el sistema de pelea funciona, aunque parezca mentira, ligeramente que en las otras entregas) y sus momentos de tensión y sorpresa.