A veces, critícamos mucho a los shooters. En muchos casos, no porque sean malos, simplemente, porque son todos iguales, o muy parecidos, porque se sobre-explota el género, haciendo siempre lo mismo, para no correr riesgos y sacar partido a la base de jugadores de este género, que son muchos.
Y lo criticamos, porque tememos que la industria del videojuego caiga en el mismo pozo que el cine de Hollywood, que se tome el camino fácil y se creen, una y otra vez, productos llenos de clichés baratos, y lucecitas llamativas, si transfondo ni argumento, para aprovecharse de la estupidez del buena parte del público.
Encima, nos hemos encontrado con una generación de consolas excesivamente larga. En tal contexto, los estudios no innovan, no crean cosas nuevas. Se supone que eso solo se puede hacer con consolas jóvenes, es una regla no escrita en la industria que nos ocupa, una regla que, por suerte para nosotros, no todo el mundo cumple.
Pero al fin, he llegado una nueva generación, Xbox One y PlayStation 4 son jovencitas. Es un buen contexto para crear cosas totalmente nuevas, como el shooter que hoy nos ocupa, uno verdaderamente innovador y llamativo. Se trata de Titanfall.
Titanfall es el nuevo juego de EA, una IP nueva para PC y para las consolas de Microsoft, 360 y One. Un punto a favor de esta última en su guerra particular con PS4. O más que un punto, un montón de puntos, porque es realmente bueno.No reinventa el género, pero lo mejora. Ha sido desarrollado por Respawn Entertainment, el estudio que fundaron los creadores de Call of Duty cuando tuvieron que huir de Infinity Ward, y eso ya es un seguro de vida.
Titanfall es un juego de acción en primera persona, absolutamente enfocado a las partidas multijugador. Su gran aliciente, aquello que le hace más divertido que la media, es la movilidad de los personajes que llenan los combates de movimientos, de saltos. Y esto, teniendo en cuenta que los combatientes van montados en titanes robóticos, maquinas gigantescas, lo hace todo más impresionante.
Aunque el juego hereda cosas de productos como Modern Warfare, el tamaño de los titanes dota la acción de una dimensión mucho mayor, es algo muy innovador. Y encima, todo es muy asimétrico, puesto que en las batallas hay titantes, pilotos y minions, combatientes con un perfil muy distinto, cada uno con su estilo, con sus habildiades, con sus pros y sus contras. Así, las partidas multijugador se convierten en algo muy diverso, muy entretenido: cada partida es algo nuevo.
Titanfall es un juego next-gen, aunque flaquea técnicamente en Xbox One. Tiene algunos problemas de frame-rate, y desde luego no provoca la sensación de evolución técnica de otros juegos que hemos visto en la consola, como Battlefield 4. Pero, sin duda, es mejor que esos juegos, es un shooter de referencia, que te proporcionará unos cuantos meses de diversión.