Mientras llegan las consolas de nueva generación y empezamos a disfrutar de joyas como Knack, Killzone: Shadow Fall o Forza MotorStorm 5, Nintendo se cuela en las tiendas, recordando que todavía es importante en este negocio, y que posee marcas capaces de mover masas. Lanzamientos como Pokémon X/Y o Animal Crossing: New Leaf, que han conseguido vender, entre ambos, unos 12 millones de copias, prueban que todavía hay espacio para consolas portátiles como Nintendo 3DS en el mercado, que no todo son smartphones.
The Legend of Zelda no es la saga más vendida de Nintendo, pero posiblemente sea la mejor. Sobre todo, para consolas de sobremesa, la empresa ha desarrollado auténticas maravillas protagonizadas por Link, que quedarán en los anales de la historia de los videojuegos. Y ahora que la empresa tiene una portátil potente de verdad, y a la que le va mucho mejor que a su actual consola de sobremesa (Wii U), ha decidido crear un The Legend of Zelda portátil que no desmerece en absoluto a lo que hemos podido jugar en el pasado en un televisor.
El primer intento se llevó a cabo mediante un remake del mítico Ocarina of Time. Posteriormente, y tras el éxito conseguido por la revisión del clásico de Nintendo 64, se difundieron rumores sobre nuevos remakes: el de Majora’s Mask (N64) y el de A Link to the Past (Super Nintendo). Finalmente, volvemos al mundo que recorrimos en la consola de 16 bits de Nintendo, pero no en forma de remake, sino en una secuela.
Así nace The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, un juego verdaderamente fantastico, muy posiblemente lo mejor que puedes jugar en tu Nintendo 3DS. Nintendo brinda a sus fans esta joyita, que nos devuelve al mundo de A Link to the Past, aquel que visitamos hace, justo, 22 años, y nos permite viajar a uno paralelo, Lorule. Y en este nuevo mundo, nos encontraremos las mazmorras, los puzles y los enemigos finales que caracterizan a la saga, con un argumento, como siempre, no demasiado complejo, y unas pocas horas de juego menos de lo que es normal en un Zelda, no más de 18. Además, volvemos al formato panorámico de juego, como en los clásicos, y eso nos encanta.
Máscaras, ocarinas, espadas… hemos visto pasar por la saga The Legend of Zelda un montón de objetos con gran relevancia sobre la historia de las distintas entregas puestas a la venta. En A Link Between Worlds, tenemos uno nuevo: el brazalete de Ravio, que nos permite meternos en óleos dibujados en la pared, para atravesarlas, y gracias al cual, podemos viajar entre Hyrule y Lorule.
Zelda: A Link Between World es un gran Zelda, uno que mezcla elementos clásicos con elementos novedosos, y en el que, como siempre, es clave el ingenio: no hay mayor sentimiento de victoria que el que proporciona superar una mazmorra de un Zelda. Si tienes una Nintendo 3DS, A Link Betwen World es un imprescindible para tu colección.