No siempre el intento que se hace de distintas empresas por darle mayor vida y una mejora a sus títulos de cabecera se lleva a cabo con éxito. Lamentablemente esto es lo que ha pasado con los muchachos de Nintendo y su trabajo hecho en Mario Party 8, el cual se puede disfrutar a través de la plataforma Wii y que ha contado con el desarrollo de los chicos de Hudson Soft.
La esencia se mantiene al pie de la letra y todo es muy parecido a ediciones anteriores. Las zonas de juego aquí se alojan sobre una especie de tablero en el que tendremos unos aliados inseparables, los dados. Ellos serán elementales en dos acciones vitales que habrá que realizar para poder avanzar en la historia, tales como robar monedas y avanzar casilleros. Claro que en algunas casillas la suerte estará de nuestro lado y seremos recompensados con algunas preseas, pero en otras ocurrirá lo contrario y se nos extraerán de nuestro propio capital.
Otra posibilidad es acudir a los minijuegos, pero desgraciadamente es en este apartado donde más cojea el título, ya que ninguno de ellos es demasiado divertido ni tampoco muy original que digamos.
De su parte gráfica sólo vale la pena mencionar el trabajo hecho sobre los escenarios, todos muy coloridos, que se observan en 3D. Lo demás aparece como intrascendente, pero vale tener en cuenta que lo que se busca en juegos como este no es asombrar con su parte técnica, aunque no estaría nada mal que se esmeren un poco más y puedan mejorarla.