Si bien es cierto que a Capcom se le ha culpado en ocasiones de exprimir hasta la última gota de cada saga importante que ha creado, hay que reconocerle que nunca ha sido una empresa conformista, y que durante los últimos 30 años no ha parado ni un minuto de intentar crear nuevas IPs de calidad. Este factor sin duda ha sido clave para que se haya mantenido tanto tiempo como una de las third parties más importantes de la industria.
Ahora, Capcom está preparando una nueva franquicia, una de la que espera cosas realmente grandes. Se trata de Dragon’s Dogma, un RPG de corte occidental que se lanzará en mayo en todo el mundo.
No es de extrañar que Capcom, aún siendo una empresa de origen japonés, haga un título utilizando el estilo americano. La compañía ya ha expresado en el pasado su intención de desarrollar juegos que tengan como objetivo el mercado global, y no solo el japonés. Por eso, precisamente, dejó de producir series como Breath of Fire o Megaman. Y con Monster Hunter vendiéndose como churros en el país oriental pero no muy bien fuera de él, Capcom busca un paradigma de juego totalmente distinto, aunque manteniendo a los dragones como parte importante.
Las expectativas de Capcom con respecto a este juego son mayores de las que cualquiera podía imaginarse. El director de Dragon’s Dogma, Hideaki Itsuno, ha comentado que su deseo es que el título llegue a los 10 millones de copias vendidas en todo el mundo. Esto lo convertiría en el juego más vendido de la historia de Capcom, por encima de Street Fighter II y Resident Evil 2.
Itsuno sabe que esto es complicado, y que hay un riesgo. Pero eso es lo que quiere el equipo: un desafío, y sabe que puede lograrse. Confirma el director de Dragon’s Dogma que Capcom está intentando volverse una empresa más global, independientemente de lo que haga el resto de los estudios japoneses. Hay cierta certeza de que el nuevo RPG superará el millón de copias vendidas en Japón, habrá que ver, después, cómo funciona en Estados Unidos y Europa.