Durante los últimos años el mercado del videojuego ha experimentado cambios en varios sentidos y uno de ellos es la proliferación de las plataformas móviles. No sólo estamos hablando del iPhone de Apple sino de sistemas alternativos como Android de Google o Windows Phone 7 de Microsoft. Miles de juegos de reducido presupuesto pueblan los mercados de distribución digital a precios de risa. ¿Qué suponen para el jugador un par de dólares a cambio de que sus horas de autobús o metro se hagan más amenas? No obstante, no todas las facciones de la industria están contentas, era de esperar que las compañías relacionadas con las portátiles clásicas no viesen con buenos ojos estas tendencias. Precisamente Nintendo ha criticado hace poco a los juegos de bajo presupuesto para móviles.
El presidente de Nintendo América, Reggie Fils-Aime, ha declarado que la industria del videojuego tiene como principal amenaza aquellos juegos baratos que los usuarios consideran “desechables”, es decir, de usar y tirar. Opina que esta tendencia está cambiando la mentalidad del consumidor de forma que cada vez estaría más convencido de que el valor de los juegos es de un par de dólares en contraste con el precio de los lanzamientos en otras plataformas. Incluso se atreve a decir que mucho de los juegos que existen en el mercado móvil son demasiado caros teniendo en cuenta lo que ofrecen. No obstante, el presidente de Nintendo América dirigió alabanzas al gran éxito Angry Birds. Dijo que proporcionaba una experiencia interesante pero que cambia la mentalidad del jugador.
Creo que la postura de Nintendo al respecto es comprensible pero completamente lamentable. Es cierto que la competencia del mercado móvil es cada vez más feroz, sobre todo por la inmensa oferta a precios de risa. No obstante, las portátiles clásicas aún tienen mucho camino por delante, cuentan con juegos más elaborados y tienen un público distinto, más dedicado. El problema de estas grandes compañías es que siempre se muestran reacias a los cambios del mercado. Estos pequeños juegos aparecen por uno o dos dólares porque son rentables. Tienen unos costes de desarrollo reducidos, se financian parcialmente con publicidad dentro de la partida y, por tanto, los pequeños estudios pueden permitírselo. Soy de los que piensan que la competencia siempre es buena para los usuarios. El mercado se ha abierto y gente que antes no tenía los medios para lanzar juegos ahora puede hacerlo.